"Diálogo sabroso y contundente..."
El disco estará compuesto por tanto por dos caras, 'The stargate' + 'The message', que plantearán un verdadero viaje cuyo eje central será efectivamente el metal pero con una banda se dará el gusto en ciertos pasajes para salir de ahí y retrotraer el sonido hacia varias décadas atrás (esto en compañía en producción de Arthur Rizk). En este sentido, 'The stargate (Tablet I)' funciona como una perfecta declaración de intenciones respecto a lo que oiremos en el resto del álbum, abriendo de manera afilada y furiosa para a los dos minutos cortar este sonido con una sección sensible y atmosférica marcada por teclados en un inicio y guitarras luego (Pink floyd muy presente acá) para luego retomar el metal y cerrar con tres minutos que tienden al caos. La jugada es notable aunque seguro habrá quienes la critiquen por sonar algo "forzada" al meter esa sección media que poco tiene que ver con el resto del tema. Pero bueno, es la apuesta de la banda y tenían que probar que tal fluía la mixtura. Ciertamente mal no ha quedado aunque todo andará bastante mejor en medida que el disco avance.
En 'The stargate (Tablet II)' funcionan al revés, es decir, van desde lo absolutamente psicodélico (colaborando con Thorsten Quaeschning de Tangerine dream) hacia el metal que encuentran en el minuto final, conectando esto de manera impecable con el 'Tablet III', donde incluso incorporan arreglos orientales a medio tema. De igual forma, la Cara B del disco abrirá y cerrará con secciones cargadas al metal, matizando con un 'The message (Tablet II)' que parece interpretada por el mismísimo David Gilmour y toma trazos casi textuales de la era Animals de Pink Floyd (incluso meten esos diálogos característicos bajo las cuerdas).
En definitiva, Blood incantation sorprenden y nos entregan un álbum contundente, siempre atractivo, ameno y ciertamente interesante. Sin lugar a dudas el disco conceptual del año. Ahora, si bien la banda vuelve a agregar otro álbum brillante a su lista (y ya van...), tampoco por esto hay que moverse a engaño, que lo que acá han generado no ha sido más que un sabroso diálogo entre el death que varias leyendas trabajaron por allá por los años noventa con el progresivo atmosférico setentero. Esto tampoco les resta mérito, que han querido precisamente ir ahí y vaya que han triunfado. Esto no es Hidden history of the human race (2019), un disco que no para de crecer con el paso del tiempo, por lo que puede que muchos hayan quedado gusto a poco en términos de brutalidad del sonido, ahora, en ningún caso alguien podría declararse engañado por el camino que la banda ha tomado, que ellos mismos nos advirtieron tiempo atrás que no eran una banda cualquiera...
¿Canciones? Imposible mencionar una, el disco funciona como un todo.
Brillante.
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