CREO QUE LA VIDA NO ES MÁS QUE UN CRUCE DE MÚLTIPLES VARIABLES. SIN EMBARGO, FRENTE A DICHA ALEATORIEDAD, LOS SERES HUMANOS TENEMOS EL PODER CADA DÍA DE CREAR O DESTRUIR. DE ENTREGAR O RETENER.Y ESTE SITIO ESTÁ DEDICADO A TODOS QUIENES HAN OPTADO POR CREAR, SEA DONDE SEA...
martes, 15 de octubre de 2024
God Is An Astronaut: Embers (2024)
"Un par de cambios más abajo..."
Fue a comienzos de siglo cuando emergió una ola de bandas post rock, siendo God is an astronaut una de las que rápidamente se subió a aquel carro, es decir, los irlandeses llevan un buen rato en esto, navegando en un género que parece haber encontrado su tope creativo hace bastantes años pero que de todas formas continúa cada cierto tiempo lanzando uno que otro coletazo. Y si bien en sus comienzos la banda se hacía cargo de arreglos cercanos a la electrónica (para muestra, The end of the beginning de 2002), rápidamente mediante All is violent, all if bright (2005) y el posterior Far from refuge (2007) giraron hacia algo bastante más oscuro y melancólico con atmósferas marcadas por las guitarras. En aquel camino un disco como Ghost tapes #10 (2021) lució más bien como una excepción a la regla, un disco que apostó por un sonido estridente y punzante que al parecer quedará marcado como una mera anécdota pues en este Embers la banda ha vuelto a bajar varios cambios, retomando las construcciones en calma y las atmósferas contenidas. Quitan por tanto el pie del acelerador esta vez en busca de piezas que tienden a abrir en total tranquilidad para lentamente ir ganando intensidad, aunque siempre en un contexto de excesivo (auto) control. Por lo mismo, el principal problema que asoma en el disco es la falta de impacto.
Nos encontramos así con una que otra canción "de guitarras", donde colocan énfasis en el trabajo de batería para poco a poco ir incorporando momentos de peso, como ocurre en 'Apparition', 'Odyssey' o en los sesudos casi diez minutos de 'Embers' (la canción), momentos que serán matizados con otros altos en melancolía estilo 'Falling leaves' o 'Heart of roots', sin embargo, ya sea entre cuerdas, un piano o apostando por el progresivo, el nexo común a lo largo del álbum será lo contenido que suena todo, al punto de que llegamos a los veinte minutos finales, entre cosas como 'Realms' o 'Prism' (que son unas especies de interludios realmente eternos en compañía una vez más de la chelista Jo Quail) o ese cierre con 'Hourglass', realmente con muy poco interés y la sensación de que el disco suena a paso atrás por todos lados, sobre todo haciendo la comparación con lo que fue Ghost tapes #10.
Las ejecuciones son prolijas, la producción impecable y las composiciones en ningún caso están mal pero la falta de fuerza, de momentos que atrapen, hacen que Embers luzca pálido y poco interesante. Una pena.
Un Gobierno Que NO Escucha...
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*“... y no aprende” *
La nula capacidad de escucha del gobierno de *Sebastián Piñera *quedó
retratada a pocos días de haberse iniciado la crisis que vivim...
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