"Siempre hacia adelante, cambiando formas sin perder el fondo..."
La portada del álbum algo ya anticipa: esto es denso murallón de colores grises, aparentemente sin matices aunque en el detalle aparecen las grietas y/o imperfecciones. Lo impactante es que, pese a que efectivamente el disco aborda momentos de difícil acceso, este se las ingenia para atraparte como auditor. Esto debido a que el dúo pese a centrarse en sonidos ásperos en forma saben sostener su fondo, donde las voces confluyen y encuentran hermosas melodías, como ocurre en 'All night' (el subidón que encuentran en el 2:40 es maravilloso), aunque estas siempre se encuentran enmarcadas en ambientes densos, siniestros y sucios. Son los Low de una década atrás, marcados a fuego con su identidad pero que han sabido emigrar hacia nuevas provocaciones. Esto se evidencia en todo el viaje, diez piezas que funcionan como un continuo y donde el pase de una a otra es casi imperceptible, abriendo de manera magistral con 'White horse', un tema golpeado donde las voces abren en primer plano para lentamente ceder protagonismo ante el sonido, ruidoso, incluso desagradable. El equilibrio, sin embargo, llegará a la vuelta de la esquina con 'I can wait', mucho más amigable y donde el Radiohead de Kid A/Amnesiac se percibe todo el rato presente (aunque en el fondo, el dúo siempre remite a Pink Floyd).
Más adelante, en 'Dissappearing' o 'Don't walk away' retomarán una senda centrada en la melancolía mientras que en toda la pasada por 'Hey' + 'Days like these' + 'There's a comma after still' sonarán tremendamente inaccesibles, a diferencia de 'More', que de golpe nos traerá de regreso mediante sus arreglos ruidosos y explosivos, el cual antecederá un cierre a cargo de 'The price you pay (it must be wearing off)', donde nuevamente (tal como al comienzo del álbum) abrirán en calma con las voces en primer plano para acabar cediendo espacio a la música en una notable e intensa en la recta final.
Hay muchos méritos frente a esta etapa más reciente de Low. Primero el haber mostrado la capacidad de superar la etiqueta y dar un giro a su sonido. Dicho en simple: Hey what es un álbum tan logrado como lo fue C'mon (2011) en su momento, pero que se encuentra situado en un lugar completamente distinto, y aquello es notable. "Moverse hacia adelante es lo que nos mantiene vivos..." - afirmaba Alan Sparhawk en una reciente entrevista. Y claro, que para guitarras + melancolía está en pasado, hoy el dúo experimenta a placer transmitiendo desolación, desesperación pero también belleza. Te aíslan, atrapan, asfixian y emocionan como pocos en uno de los (más) grandes discos que oiremos este año.
¿Canciones? 'White horse', 'All night' y 'The price you pay (it must be wearing off)'
2013: The invisible way
2011: C'mon
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