“Oda al enamoramiento...”
Desde un buen tiempo a la fecha que esta española viene transitando un camino bastante singular y que contrasta hasta cierto punto, abordando temáticas melosas y románticas hasta el hartazgo pero adornándolas al mismo tiempo con arreglos más que interesantes, abrazando en ocasiones el electro pop bailable y en otras sonando muchísimo más oscura, aunque generalmente coqueteando con la electrónica. De esta forma, su globales han resultado atractivos y encontraron su punto en 2015 gracias a la edición de Premeditación, nocturnidad y alevosía, el cual encontró una adecuada continuación en Fuego (2017).
En este sentido, Brujería (gran portada por cierto) se presenta como un álbum que continúa hablando del amor (del enamoramiento más bien, de esa ilusión tan rica que se genera por alguien en el inicio de una relación) pero en materia de arreglos marca diferencias respecto a sus antecesores, entregando por lo general medios tiempos acústicos, jugando con la electrónica pero centrándose en ambientes íntimos y no tanto en el pop bailable. Para muestra, la gloriosa partida a cargo de ‘La verdad’, un tema tierno y precioso que nada sobre delicados arreglos, los cuales conectarán elegantemente con las campanadas y guitarras de ‘Te quiero’ (repetitiva a más no poder... pero la verdad es que convence). Posteriormente las revoluciones irán hacia arriba con el folk de ‘Déjame entrar’ (haciendo dúo con una voz masculina, lo cual suena perfecto) y ‘¿Qué?’, el primer tema declaradamente pop del álbum y con tributo incluido en su letra a Héroes del silencio (“No distingo lo complicado de lo simple...”).
Entrando en el nudo del álbum se retomará la intimidad con la absolutamente adolescentes ‘Miedo’ y ‘Nubes negras’, la primera funciona a la perfección pero la segunda redundará ya demasiado sobre el mismo concepto, marcando desde ya el único defecto que se le puede achacar al disco: la constante reiteración en torno a la declaración de amor. Lo mismo ocurrirá de hecho con ‘Domingo escarlata’ , que con su “porque cuando me besabas el cielo se abría...” ya nos lleva a mirar el techo, y ‘Morderte’ únicamente se rescata gracias a los explosivos arreglos que entrega en su coro. Destacan en la segunda parte, sin embargo, lo contagiosas que suenan ‘Me envenenas’ (el único tema adulto del álbum) y ‘La fuerza’.
A destacar los excelentes arreglos y producción que Brujería ostenta durante toda su duración, además de haber encontrado tres o cuatro temazos más un conjunto que se sostiene sin problema alguno. Queda, sin embargo, el desafío para La bien querida de poder salir del “te quiero, te amo, me encantas, te necesito”. Vamos, que ya son demasiados discos en lo mismo y existe vida más allá de las relaciones.
7,5 / 10
¡Muy bueno!
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