Lo mencionaba cinco años atrás frente a la edición de .5: The Gray chapter: para Slipknot el estancamiento llegó demasiado pronto. Sin ir más lejos, exceptuando los dos primeros álbumes de la banda, el resto de su discografía ha seguido una tendencia predecible, oscilando entre momentos a veces mas/a veces menos agresivos pero siempre respondiendo a patrones dispuestos a mantener a la fanaticada satisfecha. El caso es que con We are not your kind, sexto álbum de los norteamericanos, el asunto dispara a donde mismo quizás con la excepción de ciertos pasajes que a lo largo del disco entregan momentos experimentales (digamos, para lo que es Slipknot) con resultados tan extraños como fallidos.
Sin ir más lejos el álbum abre, tras una intro gospel que se hace algo eterna, de manera directa con una serie de golpes que apuntan al mentón. Ahí ‘Unsainted’ o ‘Critical darling’ funcionan gracias al mix vocal marca de la casa que suele trabajar Corey Taylor mezclando sus (ya) clásicos trabalenguas en las estrofas con coros melódicos/pegajosos, pero de igual forma otras como ‘Birth of the cruel’ o ‘Nero forte’ no dejan absolutamente nada en el recuerdo y simplemente transcurren sin pena ni gloria. Entre todas estas sonará un puente semi instrumental de un minuto titulado ‘Death because of you’ la cual anticipará cierta intencionalidad con que cuenta este disco, la de bajar cada cierto tiempo las revoluciones entregando pasadas más íntimas y exploratorias. En esa línea es que entrando en el nudo del disco aparece ‘A liar’s funeral’, una pesada y oscura pieza que sin estar del todo mal se entrampa en las propias limitantes de Slipknot, una banda que no logra/no sabe generar alzas de intensidad en su música por lo que únicamente deja correr el sonido sin encontrar ningún momento que emocione verdaderamente.
Como era de esperar, tras una lenta debe venir el headbanging, por lo que ‘Red flag’ abrirá la segunda parte del álbum pero nos la adelantamos, aquí no hay nada nuevo, sin embargo, quien diría que lo peor estaría por llegar. Y es que la banda intercala durante toda esta pasada temas rápidos y monótonos (‘Orphan’, otra que bien baila) con otros dramáticamente mal logrados. Ahí ‘Spiders’ + ‘My pain’ no se entiende que pretenden con más de quince minutos flojísimos y repetitivos, en un intento por entregar momentos lúgubres pero cuyas atmosféricas definitivamente no han sabido trabajar.
A estas alturas el cierre ya da igual, queremos que el disco acabe, por lo que ‘Not long for this world’ + ‘Solway firth’ son un mero trámite. La primera es una balada (si, otra más) mientras que la segunda ametralla con su velocidad (es la mejor del disco por cierto) intentando hacer olvidar lo vivido previamente pero no, que no es posible.
We are not your kind se matricula como el peor disco en la carrera de unos Slipknot que por más que disco a disco cambien sus simpáticas máscaras desde hace mucho no pasan de ser una caricatura de si mismos y esta vez han entregad un álbum que deambula entre lugares comunes poco convincentes y una serie de temas densos que lejos de emocionar entregan tedio sobre tedio.
4 / 10
Malo.
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