"Emotivo regalo..."
A poco más de un año del maldito accidente que nos arrebató para siempre a Dolores O'riordan, el resto de The cranberries ha acabado por editar el mejor homenaje que podrían haberle realizado: un álbum compuesto por material inédito que cuenta con su característico registro vocal. El caso es que la banda trabajó durante varios meses, posteriores al fallecimiento de Dolores, con un montón de grabaciones que ella había enviado para adelantar el que sería el octavo álbum de la banda. En palabras de sus compañeros: "estas grabaciones se supone que eran meras maquetas pero ella era tan buena cantante que sus demos estaban buenísimos", al punto de que bastaron y sobraron para armar este disco póstumo.
Nos encontramos así con once canciones, todas muy bien armadas aunque en general en exceso correctas e inofensivas, a causa seguramente de la falta de vueltas que pudo darle Dolores a cada una de las interpretaciones. En este sentido In the end funciona basicamente por lo exquisito que resulta el volver a oírla, un ejercicio nostálgico que cumple en canciones como 'All over now' o 'Catch me if you can', te rompe en mil y un pedazos en 'Lost' (lo mejor del álbum sin duda alguna) y enternece enormemente en 'A place I know' pero que en lo musical y en materia de arreglos no pareciese decir demasiado, ahí temas como 'Illision', 'Crazy heart' o 'Summer song' se pierden a causa de lo predecibles que suenan todo el tiempo.
Con todo, el regalo se agradece enormemente. Imaginar un álbum a la altura de viejas glorias, considerando las circunstancias, evidentemente era un sin sentido (más aún considerando el que la banda venía ya de un débil Roses en 2012). In the end no deslumbra pero está bien, dejando bien parado el registro de una Dolores O'riordan que sin lugar a dudas se nos fue demasiado pronto...
6 / 10
Bueno, cumple.
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