viernes, 22 de marzo de 2019

Weezer (The Black Album, 2019)

"Cancioncitas..."

Hay que decirlo: tras una mirada inicial, esta nueva entrega de los norteamericanos de Weezer pintaba realmente mal. Los antecedentes no respaldaban además a la oferta, el superficial Pacific dream (2017) y un mediocre álbum de refritos lanzado en enero del presente año antecedían la edición de este "álbum negro" y anticipaban la búsqueda de un sonido extremadamente ligero, asunto que se ha corroborado con el álbum entre nosotros. Nos encontramos así frente a un disco que se muestra desde sus primeros acordes y arreglos como el álbum más meloso en la carrera de la banda (lo cual es bastante decir), plagado de coros repetitivos, adornado constantemente por baterías electrónicas y una producción que pretende sonar moderna. Ahora, pasado el chaparrón de las primeras escuchas resulta justo mencionar que el álbum posee tantos altos como bajos regalando instantes que en su simpleza resultan atractivos aunque claro, otros dan una pereza terrible.

Desde el título esto huele a timo, ellos lo saben y nosotros también. Asociar al color negro su álbum más luminoso a día de hoy no deja de tener gracia, así como los fraseos en español de 'Can´t knock the hustle' acompañados de mariachis que abren el disco. De igual forma la dinámica de ‘Living in L.a’ (donde se disfrazan de Maroon 5) , la simpática ‘I’m just being honest’ o los guitarrazos de ‘Too many thoughts in my head’ (la mejor del todo el disco para quien escribe) regalan una pasada que por si sola hacen que el experimento valga la pena de ser revisado. Y si, que en ‘High as a kite’ o ‘Piece o cake’ se les ha ido la mano con la sencillez , que el cierre a cargo de ‘California snow’ es realmente insípido y ‘Zombie bastards’ suena como un intento fallido de hacer algo diferente pero con todo, momentos agradables encontramos en el álbum, suficientes como para (aún) no perder todas la fe en los de Rivers Cuomo.

Sabido es que a Weezer muy en serio no hay que tomárselos, que ni ellos mismos lo hacen. También el que la agrupación no se caracteriza por trabajar demasiado su sonido, que lo de ellos siempre ha sido el rock simplón y (ridiculamente) melódico. De aquello abusa este “black álbum”, para bien y para mal. Esta vez han querido adornar el álbum de un pop descarado, han querido hacer un Colors de Beck ... sin poseer la genialidad de Beck, y bueno, por ende hemos de conformarnos (una vez más) con dos o tres canciones a incluir en el playlist de la banda. 

6 / 10
Bueno, cumple.




Otras reseñas de Weezer:
2019: The teal album 
2016: The white album
2014: Everything will be alright in the end

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