"Acelerador a tope..."
Una verdadera leyenda del metal está de regreso, hablamos de Overkill, quienes con Bobby Ellsworth y D.D Verni a la cabeza continúan tras más de treinta años de carrera mostrándose en pleno estado creativo. Sin ir más lejos, con The wings of war (su álbum número diecinueve) han decidido acelerar a fondo y marcar diferencias respecto a su antecesor, el buen The grinding wheel (2017). Y es que si dos años atrás entregaron un conjunto de temas de amplia duración y mucho peso, en 2019 han optado por la velocidad y un thrash realmente directo que seguro dejará contento a quienes gustan de un metal dispuesto a machacar cerebros.
Y es que acá no hay medias tintas, desde la incesante cabalgata que proponen los casi seis minutos de 'Last man standing' el álbum declara intenciones: este pretende sonar demoledor echando mano a una fórmula conocida por la banda pero que continúan manejando a placer. Es así como 'Believe in the fight', con esa exquisita parada + cambio de velocidad a los dos minutos, seguida de la tremenda 'Head of a pin' regalarán guitarras afiladas y a un Ellsworth que vocalmente no parece entender del paso del tiempo (los gritos que lanza al final de esta última son realmente demenciales, de otro planeta). Los trabalenguas vocales y los redobles incesantes continuarán apareciendo en 'Batshitcrazy', otro tema que da muestras de una banda que domina el estrofa/puente/coro a la perfección y será recién con la llegada de 'Distorsion' cuando el disco se abrirá a entregar una bien lograda baja en las pulsaciones.
Hasta el cierre de su primera mitad no existen problemas con The wings of war, sin embargo, no todo será perfecto ya que entrando en su segunda mitad este comenzará a dar muestras de su principal (y único) defecto: la redundancia y extensión innecesaria (algo que ya les había ocurrido en 2017). Y es que si bien el arranque lleno de energía que propone 'A mother's prayer' se agradece y disfruta, el álbum poco a poco comenzará a dar señales de agotamiento en su fórmula. Sin ir más lejos, 'Welcome to the garden state' y su sonido punkoide me parece podrían habérsela ahorrado o quizás haberla dejado como un cierre ya que temas como 'Where few dare to walk' o 'Out on the road-kill' huelen a relleno en cada uno de sus segundos, lo mismo con el cierre a cargo de 'Hole in my soul'...
Cerramos así un álbum cuyo punto positivo es la descarga de energía que regala (en ese sentido, The wings of war es el disco que Metallica sueña pero ya no puede componer) pero que falla al mismo tiempo en la monotonía en que tiende a caer en medida que avanza. Sobran acá al menos dos a tres temas, lo cual es bastante decir para un álbum que en su primera mitad al menos no tiene desperdicio. Con todo, Overkill continúa mostrándose vivo y con hambre suficiente como para seguir adelante defendiendo su legado con dignidad.
6/10
Bueno, cumple.
Otras reseñas de Overkill:
2017 : The grinding wheel
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