lunes, 5 de agosto de 2013

Miles Kane: Don't Forget Who Your Are (2013)

¡Rock and Roll carajo !

Inquieto, ególatra, con actitud, un personaje, un crack, un loquillo. Miles Kane viene desde hace cerca de una década dando que hablar gracias a una carrera ascendente que parece superarse a si misma con cada nueva entrega. Lo conocimos en 2007 liderando a The Rascals y posteriormente volvimos a saber de él en 2008 cuando, junto a Alex Turner (lider de Arctic monkeys para quienes viven en la luna), editó un más que interesante álbum bajo el alero de una nueva banda, The last shadows puppets. A partir de entonces lo hemos visto concentrado en su carrera solista, la cual debutó en 2011 con Colour of the trap, un correcto álbum que hoy encuentra continuación en este excelente Don't forget who you are, su mejor trabajo hasta el día de hoy, por lejos. El principal mérito de Miles Kane está en la frescura que logra desprender pese a trabajar un sonido tan añejo como es el rock and roll sesentero, con todos sus clichés incluidos. La clave siento que está en el amor por el sonido, Kane no pretende ser un clon beatlesco más en la historia, sin embargo tampoco teme exponer y explotar sus influencias al máximo aportando de paso un toque de modernidad al asunto. 

En los sesenta el rock and roll cambió el mundo básicamente porque aportó un nuevo elemento a la juventud de aquel entonces: la sensualidad en el baile. La insinuación, el coqueteo, la declaración de amor dejaron de ser monopolio de una bonita balada de los Platers y se tomaron las pistas de baile. Todo aquello el bueno de Kane lo recupera con su sonido y como personalidad le sobra al tipo cuando en "Don't forget who you are" (la canción) interpreta un "...me gusta tu estilo, me haces sonreír. Así que nena cierra tus ojos y ruega por más...", le creemos y nos sentimos unos adolescentes en plan de conquista. Kane suena desafiante en "Better than that", divertido en "Bombshell", contagioso en "Tonight",  rabioso en "Give up" ("Eres hermosa, atractiva pero estoy buscando una salida...") y así, mucho "la la la", guitarras precisas, mucha dinámica y movimiento, al disco le sobra actitud, las canciones funcionan tanto individual como colectivamente y el resto es simplemente entregarse a disfrutar de una propuesta retro pero no por esto poco atractiva. 

Miles Kane explota la fórmula en este buen disco y le va bien, el tiempo dirá si el tipo llega hasta acá o es capaz de reinventarse y dar un paso hacia adelante en su carrera. Por el momento seguimos disfrutando su talento y carisma como autor e intérprete. 

7.5 / 5
¡Muy bueno!

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