Están presos. Y no hay más. Es el drama de aquellas bandas que encuentran el éxito en un primer o segundo disco, que les es muy difícil (salvo casos excepcionalmente geniales) escapar de aquella sombra. Ahora, en el caso de los escoceses existió un intento en 2009, el poco comprendido Tonight: Franz Ferdinand, pero al alcanzar escasa repercusión (más allá de un buen single como fue 'Ulysses') no tuvieron más opción que recular (demasiado pronto) hacia los inicios en 2013 con un correcto pero predecible Right thoughts, right words, right action. Ahora, cinco años más tarde, tal parece que se han vuelto a envalentonar con un disco de producción exquisita y que incorpora elementos interesantes en su sonido (algo de esto ya nos habían insinuado en 2015 con FFS, el proyecto que encararon junto a Sparks), entregando protagonismo a los teclados por sobre las guitarras, aunque lamentablemente han vuelto a fallar donde ya es tradición que fallen: al armar un conjunto que al menos durante treinta minutos logre sonar atractivo.
En ese sentido, Always ascending (que debe contar desde ya con la portada de peor gusto que veremos en este 2018) no escapa a la realidad que Franz Ferdinand viene entregando desde hace 2009, es decir, tres o cuatro buenas canciones acompañadas de un constante "quiero pero no puedo". A destacar acá los singles 'Always ascending' (la canción) + 'Lazy boy' que logran contagiar con su sonido y coros, además de la balada 'The academy award' , que con su crítica social hacia la falsedad de las redes sociales genera un gancho interesante. Se agradece la frescura de temas como 'Lois Lane' (de lo más interesante del disco) o 'Glimpse of love', cuyo fuerte se encuentra en el uso de teclados o el saxofón que por ahí suena en la dinámica 'Feel the love go'. Sin embargo, algo falla, gran parte del disco no logra generar atractivo suficiente como para sostener el interés por parte de quien escucha por lo que el álbum acaba quedando a medio camino entre correctos arreglos pero canciones con poco gancho o en casos como los de 'Finally' o 'Huck and Jim', cayendo en predecibles lugares comunes.
Tomarse cinco años de pausa para entregar estas diez canciones sabe a poco. Y no es que Always ascending sea de plano un mal disco pero si es uno que continúa mostrando a la banda como armadora de correctos singles pero no así de discos. Esta vez hay que darles el que efectivamente han intentado crecer en lo musical pero el resultado global continúa quedándose solo en la iniciativa. Y ya van...
5/10
Nada muy especial...
Otras reseñas de Franz Ferdinand:
2015 // FFS (con Sparks)
2013 // Right thoughts , right words, right action
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