viernes, 19 de mayo de 2017

Residente : Residente (2017)

"Recupera frescura..."

La salida de este, el primer álbum en solitario de René Pérez (a.k.a Residente), me vino bien. Me obligó (?) a recordar los viejos álbumes de Calle 13, que se yo, Residente o visitante (2007) y Los de atrás vienen conmigo (2008), dos discos tan divertidos como irreverentes y que hace mucho no disfrutaba. Ahora, el tiempo (y el éxito, digámoslo) fue desgastando a Calle 13, a la banda y sobretodo al personaje construido por René, esto comenzó a vislumbrarse en Entren los que quieran (2010) pero se percibió con fuerza en el pésimo Multi viral (2014), un álbum que fuera de evidenciar falta de ideas (¡tomarse cuatro años para un disco tan malo!) también llegó para probar aquello de que el peor enemigo de todo ser humano siempre fue y será su propio ego. El caso es que poco de Calle 13 se percibió en aquel Multi viral, y si mucho de René Pérez, de ahí que no sorprendiese en absoluto la noticia de que la banda se acababa y el siguiente paso sería efectivamente el oír al vocalista en solitario. Sin embargo, para sorpresa de sus detractores, el homónimo debut de Residente está lejos de ser el desastre que algunos podrían haber esperado...

El disco abre con la breve 'Intro ADN / DNA' seguida de 'Somos anormales', en estas el artista reflexiona respecto a su descendencia y celebra la diferencia entre los seres humanos, y si bien los temas suenan divertidos musicalmente no hay anda acá demasiado singular. Es con 'Interludio entre montañas siberianas' y los interesantes sonidos orientales de 'Una leyenda china' donde comenzamos a ver los frutos del viaje que René emprendió por el mundo previo a la edición del disco (el tipo anduvo por África, Asia y Europa buscando inspiración), esto se complementará con otro interludio ('Haruna Fati') y 'Dagombas en Tamale', cuyo sonido tribal se complementa de buena forma con una letra que celebra la escasez y austeridad de los pueblos del mundo. 

La dulzura de la romántica 'Desencuentro' abre la segunda parte del álbum y acierta colaborando con la actriz y cantante francesa Soko pero el tono combativo se retomará en 'Guerra', que pese ser un auto plagio de muchas canciones de Calle 13, funciona y suena fresca gracias a los elementos folclóricos con que cuenta. Lo interesante es que a estas altura vamos en el octavo tema y, cosa curiosa, seguimos ahí disfrutando del experimento, el cual incluso vive sus mejores momentos con la notable 'Apocalíptico', otra donde el vocalista cede protagonismo a voces femeninas y en materia instrumental equilibra electrónica con tribales acertando totalmente. 

En la recta final el disco vivirá un pequeño bache con 'La sombra' y 'Milo', que no están mal pero nuevamente recurren al auto plagio con fraseos populistas que parecen sacados de cualquiera de los dos últimos álbumes de Calle 13 ("Somos las sombras que no tienen cara / Somos las sombras de los que no tienen nombre / Somos todo lo que la luz no te cuenta / Somos todo lo que la luz esconde...") para luego recuperar la frescura con el tema más divertido del álbum, 'El futuro es nuestro' y la reflexión en la excelente 'Hijos del cañaveral'.

En definitiva, Residente entrega un trabajo cargado de influencias folclóricas asiáticas/africanas, todas bien cohesionadas y que logran entregarle frescura a un personaje que venía bastante desgastado. El experimento se agradece y en general se disfruta, aunque claro, de todas formas el vocalista tropieza durante algunos momentos consigo mismo, recurriendo al populismo y al auto plagio.

7/10
Muy bueno.


Otras reseñas de Calle 13:

No hay comentarios:

Publicar un comentario