"Evidencia el desgaste..."
Dentro de la escena metalera no vamos a descubrir hoy lo entrañable que resulta un personaje como Chris Barnes. Partiendo por su aspecto, el vocalista desprende esa sensación de haber sido siempre fiel a un estilo de vida libre y entregado a la música, sin embargo, dejando el cariño de lado, me parece muchos coincidiremos en que la obra de Barnes, desde su partida de Cannibal Corpse (allá por 1995), ha sido irregular, privilegiando en demasía la cantidad por sobre la calidad. No lo vamos a culpar, de algo hay que vivir. Y en tiempos como estos, donde prácticamente todo es irrelevante y nada perdura más allá de quince minutos (¡cuando mucho!), el estar editando material seguido se vuelve una necesidad imperiosa, por lo que, en el ritmo del disco año por medio, Six feet under (o quizás deberíamos decir Chris Barnes + una serie de músicos que van variando cada cierto tiempo) ha sucumbido como tantos otros.
El último pico creativo vivido por la banda se dio en 2012/13 (tampoco ha pasado tanto) con la dupla Undead/Unborn, álbumes que si hilamos fino quizás daban para ser uno solo pero con los que al menos pudimos disfrutar de una fórmula fresca y dinámica. A partir de entonces tuvimos un correcto Crypt of the devil (2015) y bueno, tocaba álbum en 2017, el cual ha llegado para corroborar todo lo antes mencionado: el exceso de lanzamientos sigue pasándole la cuenta a Six feet under.
Torment es, por sobretodo, un disco repetitivo. Uno de esos álbumes que da la razón a los haters del metal que afirman que "todos los temas suenan iguales". Y es que si, en Torment todas sus canciones suenan prácticamente igual. Tiempos similares, riffs muy comunes y un Barnes que vocalmente cuenta ya con pocas armas y matices, son características de un disco que si bien regala uno que otro momento interesante ('The separation of flesh from bone' , 'Obsidian' o el cierre 'Bloody underwear' + 'Roots of evil', que recuerda muchísimo al actual Cannibal corpse) la verdad es que en general abusa del medio tiempo denso, suena plano y con poca energía.
Habrán quienes defiendan a regañadientes la obra de Chris Barnes, y bien con eso, no nos podemos olvidar nunca el que estamos hablando de un histórico del death metal, pero insisto, me parece que dejando el cariño de lado no pasa nada si reconocemos que Torment no nos deja nada más allá de dos o tres canciones, y si es que...
5 / 10
Nada muy especial...
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