jueves, 23 de febrero de 2017

20 Años De ... Babasónicos : Dopádromo (1996)

La carrera de Babasónicos se encuentra claramente dividida en dos : sus primeros siete años... y el resto. En esa primera etapa (digamos 1992/99) conocimos con seguridad a una de las bandas más interesantes que parió la Argentina durante aquella década, mientras que en la segunda supimos de una agrupación más comercial, de nivel irregular y, digámoslo, acomodada en su metro cuadrado. Ahora, no vamos a despreciar acá los últimos años de Babasónicos, que está Jessico (2000) y Anoche (2005), al menos dos grandísimos discos que la banda supo entregarnos en su etapa más reciente, sin embargo, nadie podrá negar que el cambio de siglo se llevó parte importante de la valentía y creatividad de los argentinos. 

En ese sentido, volver a repasar Dopádromo resulta un ejercicio nostálgico que impresiona y emociona. Con todas sus letras, Babasónicos era otra banda a la que hoy conocemos, tanto en estilos, líricas, arreglos como producción. Es volver a despertar aquella sensación de estar frente a un animal no domesticado, salvaje, inquieto, ... impredecible.  Es re encontrarse con un álbum fantástico desde la arista que se quiera abordar, un disco diverso pero absolutamente conectado internamente. 

Musicalmente la primera mitad Dopádromo es perfecta, ahí nada sobra ni falta. La acústica tranquilidad de 'Zumba' introduce un toque de psicodelia que acabará por explotar con 'El medium' + "Cybernecia', ambas son rock pero experimentan con arreglos espaciales y percusiones todo el tiempo. Posteriormente un breve instrumental titulado 'Safari vixen' que da paso a dos genialidades: 'Viva Satana' y 'Perfume casino'. La primera es un notable tributo a la actriz Tura Satana , que con sus vientos logra revivir una atmósfera retro impecable, mientras que la segunda fusiona un exquisito bossa nova con, nuevamente, sonidos espaciales. Hasta acá, el disco se muestra como un viaje envolvente y compacto.

La segunda parte, sin embargo, soltará las riendas en materia experimental y se mostrará claramente menos amigable. Ahí, el tridente 'Coyarama' + 'Su majestad' + 'Pesadilla biónica del perro biónico' entrega casi veinte minutos que ya desde los títulos promete locura incomprensible, la cual se verá complementada por el rock aires setenteros de 'Calmática' y el fantástico cierre a cargo de 'Gronchótica' (nuevamente con aires futuristas) y 'Su ciervo', dos que entregaban señales respecto a por donde irían los tiros en el futuro inmediato de la banda, guitarrazos afilados y pesados, los cuales acabarían marcando el trámite de Babasónica, disco que vería la luz un año más tarde.

Entre 1992 y 1997 la carrera de Babasónicos funcionó como una escalera impecable, y en ese sentido Dopádromo fue el puente perfecto entre el experimental Trance zomba (1992) y el oscuro Babasónica (1997). Un disco que todo el tiempo se mostró valiente e inquieto, que dio muestras de una banda de rock duro que no temía incorporar, por ejemplo, elementos andinos o electrónicos. Así de increíble fueron los Babasónicos y hoy los recordamos con tanta admiración como agradecimiento. 

8 / 10
¡Excelente!

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