Tras siete años de silencio, uno de los pilares del llamado deathcore está de regreso. Y vuelven sosteniendo la bandera con una sólida descarga de lo que mejor saben hacer: ese sonido tan característico que equilibra de manera impecable la bestialidad técnica de un death que apunta directo a la vena con un histérico grind ejecutado con precisión quirúrjica. En ese sentido, Despised icon sigue cumpliendo en ambos frentes musicales, y lo que es mejor aún, realiza la mixtura con una comodidad que aún tras cinco discos editados, continúa impresionando.
Nos encontramos entonces con una serie de temas que cargan con la brutalidad de un death muy puro, como es el caso de 'Inner demons', la despiadada 'Drapeau noir' o 'One last martini', mientras que otros incorporan elementos más propios del grindcore, ahí 'The aftermath', 'Bad vibes', 'Grind forever' o 'Time bomb' funcionan como ejemplos notables de lo que menciono. Entre todas estas, un par de instrumentales cortos que no superan los dos minutos de duración y que pretenden entregar una pausa frente a tanto desenfreno, para acabar con dos canciones que cierran el álbum en el mismo tono donde este comenzó. Claro está que estos canadienses no han querido complicarse, por lo que antes de comenzar a agotar la fórmula han decidido cerrar, dejándonos así con un disco que en diez canciones y poco más de media hora da muestras precisas del grado de agresividad que aún son capaces de lograr. Además de la precisión técnica y la potencia que la banda logra, cabe destacar los notables duelos vocales que acá se desarrollan, los cuales van desde potentes guturales hasta agudos chillidos, todo desarrollado eso si con mucha inteligencia y tino.
Despised icon han querido volver muy en lo alto y con Beast vaya que lo han logrado, apuntando directo al mentón de quien ose darle play a este soberbio conjunto de canciones. Desde ya, uno de los buenos discos que nos dejará este 2016.
4.0 // Excelente! |
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