Han pasado casi quince años desde que Blur dejó de existir, período durante el cual Damon Albarn se esforzó por demostrar que sus habilidades a la hora de componer eran capaces de ir mucho más allá de su banda madre. Y bien le fue, el vocalista logró en base a diversos proyectos mantener su nombre vigente y mostrarse siempre inquieto frente al público, al punto de que recién este 2014 se ha decidido a editar un trabajo bajo su nombre, el resultado de esta aventura en solitario es Everyday robots, un álbum correcto que sin impresionar demasiado logra agradables momentos.
Incluso desde los últimos tiempos de Blur, en álbumes como 13 (1999) y mayormente Think tank (2002), que Albarn viene insinuando un camino ligado a un sonido íntimo y personal, por esta razón no sorprende en absoluto que Everyday robots sea un disco de bajas revoluciones e incluso apagado a momentos, el cual intenta equilibrar el asunto con maquinitas y distintos coqueteos electrónicos. Los años han pasado para el buen Damon, su voz suena más grave, reposada y reflexiva, su música también registra aquellos cambios y todo esto se encuentra plasmado de manera tremendamente honesta en estos 46 minutos de música, repartidos en once auto biográficas canciones.
Lo mejor de Everyday robots se encuentra en el comienzo y el final. La hermosa calma que se vive en canciones como "Hostiles" o "The history of a cheating heart", los ritmos y contagiosos coros de "Mr Tembo" y "Heavy seas of love" (las únicas melodías alegres que contiene el álbum) o las hipnóticas "Everyday robots" (la canción) y "Lonely press play", son todos momentos bien logrados que funcionan en su respectivo contexto, sin embargo, de igual forma en el nudo del disco el trámite se vuelve excesivamente espeso al punto de acabar agotando, los siete minutos de "You & me", seguidos de "Hollow ponds" y "Photographs" son momentos sin dirección clara que restan demasiado ritmo al trabajo.
Puede que Damon Albarn no posea el filo melódico que ha permitido a Beck entregarnos un Morning phase ni tampoco el talento explosivo que Chino Moreno ha derrochado junto a Crosses este 2014, pero en entrega el ex Blur no se queda y desde su honesto rincón ha sido capaz de editar un álbum cuya franqueza merece una oportunidad.
6 / 10
Bueno, cumple.
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