Una apuesta para tener en cuenta
No podía ser que los mejores y más reconocidos exponentes del revival psicodélico que hemos vivido durante estos últimos años hayan sido los australianos de Tame Impala. Inglaterra debía ponerse al día y es ahí donde aparece el debut de Temples, un banda que parece querer colocar las cosas en su lugar. Darle play a su disco es sumergirse sin asco de lleno en los años sesenta y volver a revivir discos tales como el (enorme) Revolver de The Beatles o The piper at the gates of dawn de Pink Floyd. Sin embargo, pese a que las influencias son más que evidentes me parece que el álbum posee suficiente fuerza como para sostenerse con propiedad. Temples han tomado prestado el sonido de otros para darse impulso (quien no?) y lo reconocen abiertamente desde el primer tema pero de igual forma gran parte de las canciones funcionan por lo que en el global Sun structures termina pasando la prueba.
A diferencia de los mencionados Tame Impala, quienes han mostrado una exquisita vocación melódica cargada hacia el pop, los ingleses de Temples han ido en busca de un sonido más puro y sin tantos matices. No pretenden sonar modernos, la idea es crear una atmósfera retro todo el tiempo, de ahí la verdad que no salen y esto termina transformándose tanto en su mayor virtud como defecto.
El disco anda muy bien en su primera mitad pero agota en la segunda. La absolutamente beatlesca "Shelter song" , las golpeadas guitarras de "Structures sun" (la canción), "The golden throne" (que me recordó a los Arctic Monkeys del Humbug), las accesibles "Keep in the dark" o "Mesmerise" y el desate psicodélico de "Colours to life" van sacando adelante un disco que resulta hasta ahí fácil de disfrutar, sin embargo a partir de entonces el asunto comenzará a repetir las fórmulas al punto de llegar algo debilitado hacia el final. "A question isn't answered" es muy densa en sus ambientes y en lo personal me agrada pero la pasada por "The guesser", "Test of time" y "Sand of time" creo que se la podrían haber ahorrado, me sonó a relleno puro y en un álbum cuyo sonido suena tan descaradamente a refrito, el relleno resulta doblemente aburrido.
No tengo tan claro si Temples coloca efectivamente las cosas en su lugar luego de este buen debut, para mi es un álbum interesante, de buenos momentos pero que no cuenta con temas demasiado particularmente recordables (faltó vocación de masas en este caso) y los lugares comunes de la psicodelia que se visitan son bastantes por lo que el sabor final es agradable pero tampoco te mata del gusto. Yo apostaría por ellos para un segundo disco.
6,5 / 10
Cumple y algo más...
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