"Fieles al género..."
La banda, ahora convertida en un dúo, no ha resentido en absoluto la partida en 2020 de AntiChristian (cuya presencia en batería ha sido reemplazada por Jon Rice para la grabación de este álbum), de hecho, los cuarenta minutos de música que componen este Helvegr han sido compuestos en su totalidad por la dupla Nag + Drauglin, quienes insisten en mostrarse fieles a black bastante característico, marcado por la suciedad y velocidad del sonido, aunque con suficientes matices atmosféricos como para seguir mostrándose interesantes pese al paso de los años.
Sin ir muy lejos, el álbum abrirá con 'Iron beast' de manera despiadada, vomitando mal rollo durante tres minutos que prácticamente no regalan respiro, pero rápidamente girará hacia algo más cercano al thrash con 'Prestehammeren', mucho más melódica en su desarrollo. Lo mismo en 'Surtr', que tomará aire durante un minuto para luego desatar la cabalgata incesante, incorporando capas de guitarras en el camino y unos relatos venenosos por parte Nag que maravillan (¡que impecable está el hombre durante todo el jodido disco!). El viaje volverá a oscilar hacia sonidos directos, efectivos y afilados mediante la pasada por 'Gamle-Erik' + 'Chaos fiend' para volver a encontrar un punto altísimo en su recta final cuando 'Gods of black blood' nos sumerja en un pozo de absoluta oscuridad (precioso el video promocional por cierto) y luego 'Helvegr' nos remate por más de siete minutos de constante ir y venir, en el que debe ser el tema marcadamente más emocional del álbum.
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