"Un pantano oscuro y conmovedor..."
Por si todo esto fuese poco, la vocalista manifestó en la previa su intención por "honrar el concepto del disco", es decir, lanzar el álbum sin anticipo alguno, en la idea de enfrentar al auditor con el trabajo completo de manera inédita. Por esto no publicó adelantos y aquellos que si se dieron a conocer ('Like I used to' junto a Angel Olsen, 'Used to it' y 'Porta') no aparecen en el álbum (de ahí solo lamento lo de 'Porta', creo habría aportado mucho en este conjunto, pero bueee...). El caso es que dado todo lo mencionado, We've been going about this all wrong aparece como una experiencia en inicio difícil de seguir, donde el cliché del "requiere tiempo" se aplica, un trabajo que lo disfrutarán solo aquellos y aquellas dispuestas a detener un instante su vida para conectar con la música entre el tik tok e instagram.
Pese a lo arisca de la propuesta, acá hay belleza, y bastante. Lo que Sharon logra en 'Darkness fades', por ejemplo, es notable, abriendo entre cuerdas para lentamente ir aumentando la intensidad, con un énfasis completamente puesto en las líricas, las cuales evidentemente anticipan el momento que atrapa la composición del álbum ("Estoy mirando nuestro césped / Estrangulada por palabras / Soñando con un lugar que retengo cerca..."). Y desde acá, la lista no tendrá piedad. Y bendita sea por aquello.
Algo similar a lo de la partida se dará en cosas como 'Anything' o la enorme 'Born', la más larga del álbum, y que también pasando los dos minutos explotará de manera tan dolorosa como preciosa ("Quería romper algo, como una niña inocente / Caminando por el fuego / No otra bala en vano..."). También funcionará 'Home to me', con dedicatoria a su pequeño hijo de cinco años ("Si me pasara algo, se que al menos le quedarán estas píldoras" - ha dicho la artista en entrevistas), suena tan oscuro y conmovedor a la vez que resulta inevitable no rendirse, mientras que los ánimos se vendrán algo más arriba gracias a los sintetizadores de 'I'll try' u oscilarán hacia la rabia en la tremenda e industrial 'Headspace', donde Sharon parece pedir perdón así como también comprensión con su momento ("Quería sentirme eterna / Quería sentirme aquí / Bebé, no me des la espalda...").
Y si, tras toda la intensidad del nudo (que es bastante) vendrá quizás el único punto bajo del álbum entre un par de baladas algo obvias como 'Comeback' o 'Darkish', para finalmente traernos de regreso con 'Mistakes', la única de dinámica (algo) bailable y con posible gancho comercial en todo el disco, pero que intencionalmente Sharon ha puesto casi en el cierre del álbum, buscando evidentemente que atravesemos todo el pantano con ella previamente, sin distracciones. Y bueno, se le agradece, que la experiencia llega a resultar fascinante.
Desde hace un tiempo que con Sharon Van Etten se vienen dando algunas constantes, el que sus álbumes no resulten sencillos de digerir en una primera escucha, escondan pequeñas grandes joyas y también el que cada álbum venga siendo mejor que el anterior. We've been going about this all wrong pintaba para ser una excepción en dicha línea temporal, por su contexto u oscura propuesta, sin embargo, no ha sido así. El sexto disco de la vocalista es su mejor trabajo a la fecha, una dolorosa, triste y franca maravilla que vuelve a instalarla como una de las grandes exponentes de la música actual. Aunque el mundo no se entere...
¿Canciones? 'Home to me', 'Born', Headspace' y 'Mistakes'.
¡Excelente!
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