"Sin sorpresas ni ganchos..."
Destaca entonces el que Abel Tesfaye se la juegue por sostener una estética y mantenerse fiel a si mismo, sin embargo, es demasiado evidente el que a ratos se queda sin ideas, tanto en lo musical como temático (con rupturas y toxicidad de las relaciones como eje), lo cual se evidencia al comienzo del álbum en 'How do I make you love me' o 'Take my breath', donde a medio tema no encuentra nada mejor que hacer (en ambas) que ralentizar los tiempos para solo ganar segundos e ir por el coro una vez más, así como en el nudo del disco todo suena muy monótono en 'Here we go... again' (junto a Tyler, the creator) , 'Best friends' o 'Starry eyes' (y toda la recta final en realidad).
De todas formas habrán momentos donde efectivamente encontrará el punto, aunque son pocos, bajando los tiempos en la exquisita 'Out of time', preguntándole a su pareja si ante los problemas ha buscado a alguien más en 'Is there someone else?' o tomando ideas prestadas (de Michael Jackson, por ejemplo) en 'Sacrifice'.
The weeknd suena con identidad, lo cual es siempre es positivo, y si bien es cierto que no hay sorpresas en lo que hace, si hubiese encontrado hits en este conjunto (como si habían en After hours), la sensación sería diferente. No ha sido así, lo cual suena algo incoherente pues el fenómeno FM habría sido nada si no fuese por la presencia de hitazos inolvidables...
¿Canciones? 'Sacrifice', 'Is there someone else?', 'Out of time'.
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