lunes, 7 de enero de 2019

John Grant: Love Is Magic (2018)

"Imponiendo términos sin concesiones..."

Nadie que venga siguiendo la carrera en solitario de John Grant debería verse sorprendido por los caminos que el inglés ha transitado en Love is magic, su más reciente trabajo. No es secreto para nadie que el hombre ha encontrado en su música, cargada de ironía y un buen humor cada vez más indescifrable (¡que clase de portada de álbum es esa!) un canal de desahogo para sus depresiones y miserias personales y tampoco el que en materia de arreglos el vocalista viene sumergido entre teclados y sintetizadores desde hace un buen tiempo. Y es que si en Grey tickles, black pressure (2015) la electrónica funcionaba como un elemento de apoyo a los divertidos/amargos contextos que se buscaban generar, dos años más tarde nos encontramos frente a un álbum donde las maquinitas son absoluto protagonista y en donde también las estructuras tradicionales han sido completamente dejadas de lado. Love is magic es, en ese sentido, un álbum experimental donde Grant ha soltado las riendas y ha dejado fluir el río sin reparo alguno. Para bien y para mal.

De esta forma nos encontramos frente a un conjunto de canciones extensas (gran parte de ellas superan los seis minutos de duración), marcadas por el uso de teclados y no aptas para un público inmediatista. Aquí las letras siguen funcionando, las temáticas son diversas (palos a Trump, a un ex, a todos) pero la música se descubre lentamente. 'Metamorphosis', por ejemplo, es una que comienza con un tiempo marcado para a medio tema sumergirse entre las tinieblas, 'Love is magic' (la canción) debe contener una de las melodías más atractivas de todo el álbum (es un temazo, digámoslo) y una letra en donde Grant vuelve a reírse magistralmente de sus desgracias ("¿Dejaron todos de amarte y eres el único que aún no lo nota?") pero entrando al cierre, y de manera intencionada, la canción se desvía hacia otro lado. 'Tempest' es una locura, maquinitas todo el tiempo mientras que 'Preppy boy' es la primera que eleva la dinámica y vuelve a entregar algo digerible. Y así, el disco constantemente se debatirá entre experimentaciones constantes con los ambientes ('Smug cunt'), uno que otro guiño melódico (la notable 'Is he strange', de las pocas en donde suena un piano y conectan con sus primeros álbumes) y cosas que apuestan a ser más divertidas ('Diet gum'), entregando así un disco tan honesto y valiente como personal. 

Lo mencionaba en un comienzo, todos los caminos lo han llevado hacia Love is magic, su disco más experimental a la fecha. Un álbum que sin duda dividirá aguas entre quienes admirarán la osadía de Grant y quienes sentirán que se le ha ido la mano. Como sea, da igual. Benditos sean aquellos artistas que imponen sus propios términos y estamos frente a uno de aquellos. 


7/10
Muy bueno.


Otras reseñas de John Grant:
2015: Grey tickles, black pressure

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