Tras un álbum tan sólido pero accesible y luminoso al mismo tiempo como fue Affinity (2016) era lógico pensar que la siguiente jugada vendría más sesuda, oscura y cargada de un mayor peso. Y así efectivamente ha sido. El quinto álbum de Haken desenfunda de lleno todo el armamento progresivo que estos ingleses tan bien manejan y los trae "de regreso" hacia una zona donde logran moverse como pez en el agua encontrando enormes momentos y un conjunto donde cuesta encontrar ripios (aunque los hay).
Solo seis canciones (+ una intro) nos regalan en Vector, número que de entrada invita a elucubrar por donde van los tiros, lo cual se confirma dando una pasada por el álbum. Nos encontramos así con un single bastante claro e inmediato como 'The good doctor' que da la pasada a una seguidilla de temas ejecutados con enorme precisión técnica pero que logran equilibrar guitarras de mucho peso con estructuras progresivas y ambientes cargados de intensidad. Ejemplo claro de lo que menciono es esa joya titulada 'Puzzle box', que durante tres minutos avanza en un reconocible estrofa/puente/coro para luego en su sección media desenfundar cuatro gigantes minutos de progresivo. Ahora, por si esta fuese poco, el álbum avanzará con los doce minutos de 'Veil' , claramente el tema central del disco y en torno al cual gira todo el resto. Entrando en la recta final aparecerá una contundente 'Nil by mouth', que debe ser la más cargada a las guitarras del álbum, y un cierre que representa el único punto bajo de todo el trabajo, y es que la balada 'Host' baja demasiado las revoluciones y no logra encontrar un nivel acorde a lo que venía sonando así como 'A call divides' pareciese únicamente cumplir.
Es curioso lo de Haken. A la fecha nos han entregado cinco tremendos álbumes, con un nivel en general superlativo, sin embargo, la vara que ellos mismos han establecido es tan alta que prácticamente no les permitimos ripios en las escuchas. Acá en Vector nos han regalado un álbum que en cuatro de sus siete piezas suena como una obra maestra y en las otras tres "simplemente" cumple. Ese desfase continúa dejando la sensación en el aire de que podrían superarse, ahora, siempre dejando en claro el que nos han vuelto a regalar uno de los grandes discos que habremos oído en este 2018 y una maravilla progresiva.
8/10
Excelente.
Otras reseñas de Haken:
Para mi, Vertor es para Haken su propio Train of Thought: pesado, oscuro, pocas pistas, contundente... Opino como tu, no es su mejor trabajo, pero es un gran álbum.
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