Tres años atrás, los británicos de Temples encajaron un buen debut, uno que a muchos enloqueció y por lo bajo dejó instalado un interés frente a lo que podría llegar a ser un segundo álbum de la banda. Para la edición de este, los ingleses se tomaron un tiempo inusual, lo cual desde ya evidenciaba ciertas intenciones, digamos, las de no repetir el plato de manera idéntica. Alguna sorpresa nos tendrían que dar y con Volcano entre nosotros aquello se ha confirmado: el segundo álbum de Temples va más allá de lo que habríamos esperado, los tipos se han mostrado hambrientos de gloria y han decidido realizar el truco del mantel... el problema es que les ha salido mal.
¿Más hambre que experiencia? Puede ser. El caso es que los problemas que presenta Volcano son muchos, siendo el más evidente de todos la falta de identidad. Y es que si en Sun structures sonaron como un (buen) compendio de rock y psicodelia setentera, en esta ocasión el perfume a Tame Impala se les escapa por absolutamente todos los poros, como si la aparición de Currents (el tercer y rupturista trabajo de los australianos) hubiese influenciado directamente el proceso de creación de este Volcano, por lo que desde el primer hasta el último acorde del álbum está muy presenta una sensación tipo: "oye, pero esto ya lo hemos oído... ¡y de mejor forma!".
El caso es que abandonan el énfasis en las guitarras para adornar su sonido psicodélico con sintetizadores y maquinitas varias, dejando al rock y a las melodías en un plano secundario. El resultado a ratos funciona, hay una mitad del disco que deja buenas sensaciones, ahí tienes a 'Certainty', 'On the saviour' o 'Born into sunset', tres que logran equilibrar esta nueva apuesta con coros y arreglos atractivos, o la pasada por 'Open air' + 'In my pocket', que debe ser el momento más directo del trabajo, sin embargo, el resto del trámite (que no es poco) resulta excesivamente repetitivo y una especie de experimento al que cuesta seguir. En la generación de ambientes habría que decir, si nos olvidamos por un rato la maldita comparación con Tame Impala, que 'How would you like yo go?' se impone con buenas armas, pero 'All join in', 'Celebration' y en realidad toda la recta final esconde demasiado las melodías bajo un manjar de sintetizadores y agudos que son en exceso empalagosos.
Han sido valientes, que duda cabe, han hecho lo que han querido entregando uno que otro momento interesante pero nada particularmente recordable. Sobran cosas acá, faltan otras pero sea como sea, el segundo álbum de Temples no ha cuajado bien. Quizás para un tercer álbum encuentran el equilibrio.
5 / 10
Nada muy especial...
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