La banda del disco por año continúa su incesante producción. Como en los viejos viejos tiempos, digamos años 60's o 70's, cuando no existían las giras por el mundo ni había tiempo para pensar demasiado la siguiente jugada, las bandas actuaban en ese entonces motivadas únicamente por la pasión, talento e instinto, y aquella linea es la pretenden seguir estos californianos. Ahora, el sacar tanto disco seguido (salvo que seas The Beatles) no deja demasiado espacio a la innovación, de ahí que cada nuevo álbum de los Thee oh sees transite sobre las mismas arenas: rock, guitarras, desenfreno, teclados y psicodelia. Es lo que hacen, y digámoslo, lo vienen haciendo muy bien desde hace un buen rato.
Con todo, Drop (2014) resultó un disco algo pesado en el global, cosa que se ha corregido con este fantástico Mutilator defeated at last gracias a la diversidad que presenta. Abre de manera rutilante con 'Web' , guitarras punzantes y una maravillosa batería (¡como marcan esos platillos!) van llevando el tiempo durante cinco fantásticos minutos que por si solos valen a llegada de este disco. Más adelante nos encontraremos con el sonido vertiginoso, sucio y de garage característico de la banda en 'Withered hand' o 'Poor queen', también la psicodelia se hará presente con 'Turned out light', toda esta pasada está muy bien presentada aunque a estas alturas carece de factor sorpresa.
El momento crítico de los discos de este tipo llega pasando el cuarto o quinto tema, y es que tras el impacto energético del comienzo es cuando los álbumes monocordes tienden a caer en el tedio. Pero es precisamente ahí donde Mutilator defeated at last encuentra su principal mérito. En palabras simple: el disco no cansa. 'Lupine ossuary', que es un temazo, conjuga el desenfreno con un buen segmento de improvisación, 'Rogue planet' es otra buena dosis de rock & roll que en dos minutos va directa a la vena, alrededor de ambas sonarán 'Sticky hulks', lo más lento y denso del disco, más dos curiosos pasajes acústicos llenos de calma, algo totalmente atípico para lo que tradicionalmente escuchamos en los discos de la banda, me refiero a 'Holy smoke' y 'Palace doctor'.
En definitiva, Mutilator defeated at last mejora la experiencia lograda en 2014 por Drop e incluso resulta por instantes más interesante que el tremendo Floating coffin de 2013. Su único defecto recae en la naturaleza de la banda: la falta de ambición. Thee oh sees vuelven a conformarse (?) con regalarnos un muy buen disco de rock & roll, un puñado de gratísimos momentos, ni más ni menos.
7,5 /10
¡Muy bueno!
Otras reseñas de THEE OH SEES:
2014 // Thee oh sees // Drop
No hay comentarios:
Publicar un comentario