domingo, 18 de mayo de 2014

Thee Oh Sees: Drop (2014)

En estado de gracia

Esta es otra banda que edita discos como quien respira. Supongo que en tiempos como estos no les ha quedado otra, sin medios de promoción claros como en décadas anteriores (años en donde la radio o televisión dominaban fuertemente la promoción de la música popular), solamente las bandas de "renombre" se pueden dar el lujo de estar tres o incluso cuatro años en silencio, el resto no puede cesar la producción. Ahora claro, esta reflexión inicial no es más que especulación personal y puede que los Thee oh sees editen un álbum tras otro por mero gusto y no hay más, el punto es que sea como sea, siendo Putrifiers II (2012), Floating coffin (2013) e incluso este Drop discos más que interesantes, es imposible sentir que con los tres se armaba una obra maestra incontrastable. No ha sido así y a cambio hemos obtenido tres sólidos trabajos (que tampoco es poca cosa eh?).

Ahora, lo curioso es que este álbum viene antecedido por el anuncio a finales de 2013 de que la banda se tomaba un receso indefinido. ¿Estrategia comercial? Ellos sabrán, el caso es que en un abrir y cerrar de ojos tuvimos la noticia de vuelta de que los tipos seguían adelante y no solo eso, sino que además con nuevo álbum bajo el brazo, treinta minutos de música que dan continuidad al sonido que Thee oh sees viene desarrollando desde hace años (una especie de mezcla entre la dinámica de The stooges y el peso de los momentos más psicodélicos de Black Sabbath), aunque en el caso de Drop la balanza se ha inclinado un tanto hacia un sonido no tan frenético como en otras ocasiones. 

Drop se mueve en los terrenos donde transitó el excelente Floating coffin (un disco que deberías oír), y pese a que en esta ocasión los resultados claramente no han sido los mismos y durante momentos la sensación de estar escuchando "los descartes de Floating coffin" es inevitable, la banda continúa mostrándose en pleno estado de gracia. Funciona muy bien la ausencia de estructura que ostentan los casi seis minutos de "Encrypted bounce", los viajes psicodélicos de "Savage victory" o "Transparent world", el rock desenfadado de "Drop" (la canción), la pasada más tradicional que es "Camera (queer sound)" y las exquisitas bajadas de revoluciones que se viven con "King's nose" o "The lens". Ahora, los puntos bajos (o no tan altos podríamos decir) se encuentran en aquellos instantes donde el riff repetitivo se come a los temas y el asunto cae en cierta monotonía , "Penetrating eyes" o "Put some reverb on my brother" son ejemplos de lo que menciono, pelos de la cola eso si para un trabajo que sin alcanzar la excelencia no cabe duda que se encuentra por sobre la media. 

Quizás el desafío para Thee oh sees se encuentre en generar melodías que funcionen y enganchen más allá del atractivo jam session que suelen desarrollar, falta algo más de explosión en su música, que esta sea menos lineal ya que hasta el caos en algún momento puede volverse predecible. Puede que con más tiempo entre disco y disco logren dar con un giro interesante en su sonido, por el momento nos quedamos con estos buenos álbumes desarrollados al hilo y que han posicionado a la banda como una de las propuestas interesantes de los últimos años.

7/10
Muy bueno.

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