Todo el mundo en la onda de los clásicos recuentos anuales: las mejores canciones, los mejores videos, los mejores 50 discos, etc. Pero yo, pese a la fuerte tentación, postergaré por el momento todo aquello. Este 2012 aun no acaba por lo que los recuentos vendrán en enero de 2013. Yo pienso seguir con mis reseñas de discos en nuestra lengua, mira que aún me quedan varios en carpeta y no comentarlos sería un pecado imperdonable para mi. Proseguiré el día de hoy con el disco chileno que más he oído este año. No es un disco precisamente nuevo, tiene sus meses ya, sin embargo al día de hoy me sigue fascinando tanto como lo hizo en un comienzo.
San Sebastián es un viaje, una expedición que en sus 33 minutos de duración muestra a un Fernando Milagros maduro, talentoso, capaz de enlazar una y otra vez una amplia gama de influencias con una naturalidad que sorprende y fascina. Aún recuerdo la sensación con la que quedé tras unas cuantas pasadas al disco: "Violeta Parra y Noel Gallagher en un mismo álbum ..." . No se si será la definición más acertada para lo que Milagros ha logrado con su tercer disco pero con ella quiero transmitir la sensación que tuve de estar frente a un trabajo que era capaz de atravesar fronteras de manera simple, valiente y honesta.
Hay 2 elementos que posee este disco y que me parece son sus principales méritos: la notable fusión de estilos y la sencillez con que estos se trabajan. Mencioné anteriormente a Violeta Parra, una mujer que fue capaz de transformar el desgarro en belleza, acá de igual manera Fernando Milagros no teme sonar desnudo y transparente en temas como "Abuelo", una valiente partida a capella que impacta de inmediato, o en la preciosa "Angelito", donde solo se hace acompañar por unas cuantas cuerdas. De igual manera trabaja influencias del folclor latinoamericano en "Una sola vuelta", la preciosa balada "Carnaval" (la aparición de Christina Rosenvinge en las voces es celestial) o en la extraordinaria "Nahual" (uno de los mejores momentos del disco). Ahora, lo lindo es que el disco no se queda solo ahí y a la vuelta de la esquina encuentra el rock y las guitarras en temas como "Piedra angular" o "Rey mayor". Mención aparte por cierto merece "Soltar", para mi, la mejor canción del álbum y un claro ejemplo de como Milagros logra acá conjugar intimidad, oscuridad y ambiente en dosis absolutamente perfectas.
Desde el debut de Manuel García con Pánico (allá por 2005) que no escuchaba un disco chileno con tanta potencia como este. Fernando Milagros ha encontrado en San Sebastián un momento iluminado dentro de su carrera, un disco valiente, diverso, contundente, que suena muy bien, con letras que funcionan a la perfección, en definitiva un disco al que cuesta encontrarle puntos bajos pero en el sobran grandes instantes, uno de esos albumes que se disfrutan de principio a fin. Y bueno, el tiempo dirá si esto queda acá o el tipo es capaz de llevar más lejos aún su sonido.
4.5 / 5
Brillante!
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