sábado, 10 de mayo de 2025

Deafheaven: Lonely People With Power (2025)

 "Intensa y salvaje emocionalidad..."

Era absolutamente esperable que luego de sus primeros tres álbumes Deafheaven tanteasen terreno en atmósferas alejadas del metal, algo que efectivamente comenzó a insinuarse en Ordinary corrupt human love (2018) para acabar concretándose en Infinite granite (2021), un disco en donde George Clarke cantó limpio (demostrando también todas sus limitantes vocales, digámoslo) y la banda se acercó al dream pop, muy en la línea de lo que hicieron los franceses Alcest una década atrás en un disco como Shelter (2014). Llegaba la hora del siguiente eso si y había que ver si Deafheaven confirmaban o reculaban. Ellos sabrán si en la decisión ha pesado la falta de aceptación obtenida por Infinite granite, la auto exigencia de la banda y/o la falta de recursos de Clarke, pero el caso es que la banda ha decidido volver y recuperar terreno mediante un disco que retoma el asunto donde habían quedado más o menos con New bermuda (2015), digamos: vuelta a esos sonidos cercanos al black pero con esas características dosis de intensa emocionalidad en el pasar. Con una importante salvedad es si: que esto no es un mero "más de lo mismo".

Si bien el contraste mencionado se hace presente a lo largo de todo el disco, la partida entregará los momentos más directos de este. Esto porque tras un breve instrumental llegarán los seis minutos y medio de 'Doverman', con una impronta digna de los más feroces Immortal sumado a murallones de guitarras (el shoegaze no lo sueltan claro está) en una canción que unicamente toma respiro (al 4:25) para tomar aire y volver a la descarga incesante. Algo similar a lo que ocurre en 'Magnolia', donde el desate será aún mayor (vaya trabajo de batería en el fondo), quizás con la diferencia de presentar riffs más cortados y directos sobre todo en su comienzo. 

Será, sin embargo, pasando esos diez minutos iniciales cuando el disco muestre definitivamente sus cartas entre canciones que conjugan a la perfección calma y dolor. En ese camino 'The garden route' es una especie de balada compuesta por desesperados alaridos, 'Heaven' les acerca por primera vez al sonido limpio de Infinite granite (aunque en los coros y recta final el tema prenderá fuego encontrando de paso uno de los momentos más emocionalmente logrados del álbum), mientras que en 'Amethyst' nos entregarán el momento más ambicioso del álbum, ocho minutos que abren mediante un profundo relato para de pronto desembocar en una descarga nuevamente marcada por el salvajismo e intensidad incesante. Joya de canción. Luego, conscientes de la necesidad de darnos un respiro es que Deafheaven inteligentemente nos instalan otro interludio a medio álbum, aunque ojo al dato: lejos de presentar un mero instrumental de relleno, 'Incidental II' es un tétrico relato terrorífico que justifica absolutamente sus más de cuatro minutos de duración. 

Abriendo la Cara B del disco reiteran la fórmula del comienzo del álbum, es decir, nuevamente dos temas muy directos y cargados al black como 'Revelator' (te-ma-zo, al que solo se le puede achacar ese minuto y medio final que me parece está un tanto de más) y 'Body behaviour', seguidos de un nuevo interludio (esta vez con breve participación de Paul Banks de Interpol) y una recta final construida por otra ambiciosa 'Winona', donde vuelven a tomarse su tiempo (los dos primeros minutos marcados por esos murallones son hermosos) para luego entregarse al desate incesante, y ese cierre impecable a cargo de 'The marvelous orange tree'.

A simple vista Lonely people with power supone una especie de cilindro de oxígeno para todos aquellos que habían perdido la fe en Deafheaven, sin embargo, el disco es muchísimo, pero muchísimo más que eso. La sensación es que la banda ha encontrado su punto y que lo hacen además sin recurrir al auto plagio, tomando elementos del camino recorrido para construir algo nuevo, porque aquí hay más violencia que en Sunbather (2013), más emocionalidad que en New bermuda (2015), más cohesión que en Ordinary corrupt human love (2018) y más convicción que en Infinite granite (2021). De todo un poco entonces, y más...

¿Canciones? 'Magnolia' y 'Amethyst'.

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