jueves, 19 de diciembre de 2024

Villagers: That Golden Time (2024)

 "Un respiro de calma y sobriedad..."

Conor O'Brien es ese personaje distinto dentro de la escena, destinado a vivir entre las sombras (más en estos tiempos donde solo paga la inmediatez y la nostalgia) pese a que disco a disco se las arregle para sonar tan delicado como ambicioso. En ese camino, Fever dreams (2021) fue un álbum que coqueteó siempre con la experimentación entre teclados, baterías electrónicas, cuerdas, saxofones y vientos varios, entregando un resultado notable que en medio del anonimato se anotó como uno de sus álbumes más interesantes a la fecha. Caía de cajón eso si que tras un disco así de sesudo debía venir una baja en la intensidad, que es lo que nos ha entregado en That golden time, un disco de cuerdas + piano donde el foco está puesto principalmente en el mensaje. 

Por supuesto que el conjunto sigue siendo amable, que no te vas a encontrar en un álbum de Villagers canciones que no suenen dulces (o no ha pasado hasta el día de hoy), sin embargo, salvo alguna excepción como 'Keepsake' (la única que promueve atmósferas que van con fuerza hacia la electrónica) prácticamente todo el álbum transmite una sensación de simpleza en términos de recursos, trabajando sobre melodías sencillas y estructuras en general repetitivas, sin que esto signifique perjuicio, digámoslo. El disco por tanto declara intenciones desde un comienzo mediante 'Truly alone', sostenida únicamente sobre un teclado y con esa letra enfocada en la autosuperación cuando se cuenta con nadie salvo si mismo ("Enfrentar el viento hacia donde sea que sople / Trazar el camino tal como fluye el río / Desafiar al frío hasta que llega a tus huesos / Verdaderamente solo..."), las cuales se confirman mediante 'First responder' (donde aparecen vientos en el cierre) seguida de 'I want what I don´t need' + 'You lucky one' + 'That golden time', estas ya derechamente armadas sobre cuerdas o un piano pero con una apuesta que apunta a la sencillez. 

En la recta final aparecerá otra excepción como 'No drama', una exquisita reflexión acerca de la búsqueda de la sencillez ("La gente lo complica / Tu esperas, esperas y esperas / Por esa vida que soñaste / Sin dramas, solo amor...") que en su estructura va subiendo como la espuma hasta encontrar una explosión de intensidad (pasado el minuto tres), sin embargo, salvo este paréntesis el disco acabará entre propuestas que insistirán en el minimalismo, como la oscura 'Behind the curtain' (que en su minuto final desata una locura eso si, como si Conor no quisiera que nos olvidásemos de sus inquietudes) o la tranquila 'Money on the mind'.

O'Brien es un artesano de canciones y con That golden time ha vuelto a dar muestras de aquello. Esta vez ha apuntado a algo más sobrio y calmo, un respiro quizás en su inquieta trayectoria, una que lo continúa mostrando como uno de los compositores modernos más interesantes de la escena. Aunque el mundo no se entere...

¿Canciones?  'Truly alone', 'No drama' y 'Behind the curtain'. 

7,5 /10
¡Muy bueno!

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