"Salvajada..."
El resultado por tanto resulta ser una salvajada muy a la Napalm death, es decir, un conjunto que en tan solo veinticinco minutos entrega un conjunto despiadado que avanza sin pedir permiso. En este sentido, desde que le das play a 'Permanent dissonance' la violencia se toma el álbum y desde entonces se suceden canciones veloces y brutales, repletas de alaridos (¡lo que hacen vocalmente en 'Demented gospels' por favor! Una maravilla) enmarcados en una masa de guitarras que te sitúan en medio del mismísimo infierno. No tiene mucho sentido por tanto destacar alguna canción particular en un álbum que más bien es un continuo, una masa compacta que regala dosis extremas de agresividad, ejecutadas con precisión pero con el talento de desprender una notable desprolijidad y una sensación de constante caos.
Si te gusta el metal brutal, desquiciado y extremo, esta es tu banda.
¿Canciones? El disco completo es una sola canción de veinticinco minutos, pero si hay que mencionar una pieza: 'Demented gospels'
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