"Asentado, dinámico y motivante..."
La intención de marcar diferencias respecto al antecesor se aprecia de inmediato en la enorme partida a cargo de 'Austerity', con una batería que redobla y marca el tema, además de un Jonas Renkse que ilumina con su voz. Esta línea se intenta sostener en distintos momentos del álbum, situados estratégicamente en el inicio, nudo y cierre de este mediante canciones como 'Birds' o 'Atrium' que insistirán sobre estructuras muy activas, con muros de guitarras envolventes. El resto, sin embargo, bajará las revoluciones, en ocasiones acertando en pleno, como ocurre en 'Colossal shade', en la que logran combinar peso y oscuridad en dosis equilibradas, aunque también habrán momentos marca de la casa en donde el asunto pese a que individualmente funciona, como conjunto se entrampará en el exceso de melancolía, principalmente en la segunda parte del disco (toda la pasada desde 'Drab moon' hasta 'Sclera' se hace difícil de seguir). De todas maneras cabe destacar lo que han hecho en 'No beacon to illuminate our fall', seis minutos que intentan de dotar de épica al cierre del álbum y encuentran momentos que ilusionan (el subidón cargado de metal que se vive desde el 2:20 en adelante), considerando el que hablamos de una banda que cuenta con treinta años de carrera.
Tiene enorme mérito el que Katatonia aún puedan componer un álbum que motive a seguir junto a ellos, Sky void of stars no es un trabajo redondo pero si uno de momentos brillantes e intenciones sinceras, con eso no sobra pero basta.
¿Canciones? 'Austerity', 'Colossal shade', 'Birds'.
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