"Juventud, divino tesoro..."
Yendo a la música, abren el disco con 'Instrumental', que es por lejos lo más amigable y único en todo el disco que se asemeja en algo a lo que habitualmente conocemos como "canción". En esta una batería + bajo irán marcando el paso para que luego lentamente cada instrumento haga su aparición y se arme la fiesta (literalmente). Guitarra, teclado y un saxo se suceden en algo que en un concierto debe ser manjar (vaya fortuna la de quienes podrán vivirlo). Una maravilla. Sin embargo, a la vuelta de la esquina el álbum se irá hacia otro lado con 'Athens, France', la que más claramente hace referencia a los mencionados Slint, seis minutos en donde el discurso áspero de Isaac Wood y sus reflexiones varias en torno al pasado, con citas a otros autores y constantes juegos de palabras serán absoluto protagonista, esto a diferencia de 'Sciencie fair' o 'Sunglasses', donde la banda juega con el caos de los arreglos así como con las alzas de intensidad (sobre todo en la primera).
Hacia el cierre la banda volverá a bajar las revoluciones y llevarnos a la calma con 'Track X' para cerrar con 'Opus', paseándose por diferentes emociones de manera notable, pasando desde la alegría, retomando el tono festivo de 'Instrumental', a la tristeza en pocos segundos o también al desate de ira, en un ejercicio que vuelve a dar muestras de la absoluta libertad en la que opera este colectivo. La libertad de la juventud, algunos dirían, pues benditos sean por eso. Por hacer carne esa desestructura tan necesaria de vivir hoy en día.
¿Canciones? 'Instrumental', 'Sciencie fair', 'Opus'.
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