"En versión limpia (también) convence e ilusiona..."
Entrando en terreno, la entrega nuevamente consta de cinco canciones, sin embargo, el enfoque esta vez escapa absolutamente de lo que entregado seis meses atrás y aquello se expresa con total claridad en la partida a cargo de 'Losing altitude', donde Ihsahn narra con absoluta calma sin jamás subir el registro, como quien canta desde el sillón de su casa. Los arreglos abren con guitarras para lentamente incorporar teclados e incluso vientos en su recta final, pero todo suena controlado y muy enfocado en los aspectos melódicos de la canción, algo que se complementará con 'Spectre at the feast', que es derechamente una (excelente) balada pop, con coro explosivo y contagioso incluido. Ciertamente la jugada es efectiva y habla de una apertura enorme por parte de un creador innato que tal parece no pretende detener su proceso exploratorio. La sección inédita cerrará con 'Pharos', una pieza que se sostiene en sus estrofas sobre un piano mientras que en los coros meterá miedo con la incorporación de pesados riffs de guitarras, todo un acierto.
Finalmente, tal como en Telemark, el asunto cerrará con dos versiones aunque esta vez el noruego no ha tirado singles tan obvios o conocidos, regalando una mirada verdaderamente exquisita para 'Roads' de Portishead, donde Ihsahn se luce al emular los agudos de Beth Gibbons, y luego 'Manhattan skyline' de los enormes A-ha (esta vez en una versión calcada), con participación de Einar Solberg (de Leprous) haciendo esos altos imposibles.
Más allá de la curiosidad de los refritos, la sensación que deja este Pharos es la de una apertura hacia sonidos más limpios y melódicos por parte de Ihsahn. ¿Tirará por ahí en una siguiente entrega? A juzgar por este puñado de canciones, el asunto genera ilusión...
7,5 / 10
¡Muy bueno!
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