"La leyenda ha vuelto a estar a la altura..."
Con una discografía tan extensa y quince álbumes en treinta años de carrera es probable que a los británicos de Paradise lost les haya pasado la cuenta en más de algún momento esa tendencia a sacar discos a como de lugar cada dos o tres años. De aquello pecó Medusa (2017), un disco que no fue capaz de sostener la magia que la banda había sido capaz de desplegar tanto en Tragic idol (2012) como en el excelente The plague within' (2015). Sin embargo, de las leyendas no hay que dudar. Puede que en determinados momentos no estén tan inspirados pero sobradas pruebas nos han dado de su talento por lo que debemos tener tranquilidad en que más allá de uno que otro paso en falso acabarán cumpliendo con las expectativas. Esto a propósito de 'Obsidian', la nueva evidencia de talento por parte de una banda que no parece tener ganas de sucumbir.
El álbum número dieciséis de Paradise lost conjuga todos los elementos que han hecho grande a esta banda. La oscuridad y el peso está presente, aquello se manifiesta de inmediato en una canción como 'Darker thoughts', que tras dos minutos de relato acústico estalla entre guitarras y encuentra a un Nick Holmes realmente fantástico, con el que conectamos cuando vocaliza limpio y cuando vomita guturales (gigante ese "¡God ask not to kill!"). Enorme partida para el álbum. Por si fuese poco, suena 'Fall from grace' (uno de los mejores singles del año desde ya) y nos lleva a las nubes con su sonido, espeso, denso pero hermoso en su oscuridad. La banda entiende muy bien que necesita el disco por lo que aceleran a continuación con 'Ghost', un metal mucho más activo y dinámico al que más adelante volverán a acceder en canciones como 'Forsaken' o 'Serenity' mientras que 'The devil embraced' retomará el sonido lento de un comienzo y que cuando tiende a volverse algo monótono nos regala un fantástico juego de guitarras que resulta imposible no disfrutar. Finalmente la recta final está armada por canciones correctas que se limitan a cumplir como 'Ending days' o 'Hope dies young', esto para llegar al cierre definitivo mediante la excelente 'Ravenghast', que deja al disco por lo alto con sus tétricas atmósferas.
No hay quejas por tanto con este regreso de Paradise lost. Nos dan lo que necesitamos, dosis de una exquisita oscuridad marca de la casa, retomando con esto el sólido nivel que habían alcanzado en The plague within (2015). Y bueno, que tras más de treinta años de carrera puedan impactarnos de esta forma no puede si no emocionar.
¿Canciones? 'Darker thoughts' y 'Fall from grace' .
7,5 / 10
¡Muy bueno!
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