"Intrascendente..."
La historia de la música está repleta de agrupaciones que lograron en uno o dos álbumes dar un golpe para luego quedarse ahí, únicamente en la promesa. Y si, todo parece indicar que The killers engrosará dicha lista. No pasa nada en todo caso, siempre habrá tiempo para volver a álbumes como Hot fuss (2004) o Sam's town (2006) y recordar con ellos la frescura de un sonido que inevitablemente nos ilusionó con un futuro mejor para la banda, instancia que hoy se ha vuelto presente y siendo francos, es bastante poco lo que nos dice...
Pero quitemos el velo y digamos las cosas como son: The killers como propuesta relativamente interesante acabó en 2008 tras la edición de su tercer álbum. El resto ha sido estirar el asunto porque de algo hay que vivir, pero musicalmente el asunto a estas alturas roza lo patético. Hablamos de una banda que ha tenido muy pronto que vivir de los grandes éxitos, recurrir a la nostalgia y que en menos de una década se quedó con muy poco que decir, asunto que se confirma tras la revisión de este aburridísimo Wonderful wonderful.
¡Y eso que el álbum no comienza nada de mal! 'Wonderful wonderful' (la canción) es una partida fantástica. Un tema que coquetea en la experimentación, que emerge de a poco entre las sombras para sobre el cierre encontrar una serie de explosiones. Repito: es una gran partida. Le sigue además 'The man', el single promocional que conocimos tiempo atrás y que gracias a su contagioso sonido logró ilusionarnos con el regreso de unos Killers en buena forma. Cualquiera de los dos caminos que hubiese continuado el álbum, uno oscuro/experimental o uno pop/bailable/fresco, me parece podría haber funcionado, sin embargo, la banda ha optado por entregarnos una tercera vía repleta de canciones sosas ('Some kind of love', 'Life to come'), algunas que encuentran un buen coro pero suenan demasiado predecibles ('Run for cover' , 'Out of my mind', 'The calling') y otras absolutamente olvidables ('Rut', 'Tyson vs Douglas') Las estructuras que el álbum entrega en general son monótonas, hay temas que se alargan demasiado, los tiempos son los mismos de siempre por lo que la pregunta cae de cajón, ¿qué justifica la edición de este álbum? Y la respuesta es evidente: habían pasado cinco años desde el (también repetitivo) Battle born (2012) y había que cumplir con el sello. Caso cerrado.
Dos buenas canciones acompañadas por la más absoluta de intrascendencia. Eso es Wonderful wonderful, la última excusa de The killers para poder salir de gira a tocar sus (ya viejos) éxitos. Pero de propuesta: cero.
4/10
Malo.
Otras reseñas de The killers:
2012 // Battle born
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