A contracorriente.
Para todas las estrellas del pop llega aquel momento en que deben demostrar que son más que un mero fenómeno.... o morir en el intento (que es lo que acaba ocurriendo con la mayoría). Y Rihanna en aquello está, tras una seguidilla de discos plagados de hits instantáneos (hablamos de siete álbumes en siete años), la mujer decidió darse una pausa importante previo al que vendría a ser su octavo trabajo. ¿Inseguridad? ¿Ganas de reinventarse? ¿Quizás un poco de ambas cosas? El caso es que tras cuatro años de especulaciones finalmente pudimos conocer el contenido de Anti, el que independiente de que tan solido sea en el global me parece que con seguridad debe ser el disco más arriesgado en la carrera de la vocalista, y uno que de paso enciende una luz de esperanza frente a lo que podría venir en su futuro.
Desde un comienzo Anti declara intenciones, dando señales de una artista que pretende sonar más densa, menos comercial pero más interesante a la vez. Y en al menos la primera mitad del disco lo logra con plenitud. El oscuro hip hop de 'Consideration' abre el álbum y de inmediato muestra credenciales marcando distancia con lo que habríamos esperado de un álbum tradicional de Rihanna. Luego, y tras un extraño (e innecesario) interludio de un minuto titulado 'James Joint', el disco regala una pasada impecable que se inicia con la excelente 'Kiss it better' (desde ya una de las canciones más adictivas que oiremos en el año), seguida de la juguetona 'Work' y el western 'Desperado'. Hasta acá lo dicho, prácticamente no hay punto bajo en el disco.
'Woo' es una mucho más sucia pero sigue convenciendo, pese al abuso de auto tune que contiene, pero será entrando en el nudo del álbum cuando este definitivamente mostrará sus primeros ripios. 'Needed me' y 'Yeah, I said it' caen en la monotonía y pese a la exquisita producción con que cuentan inevitablemente huelen a relleno. Vale la pena seguir con Anti eso si, ya que llegando a la última curva de disco aparecerá la digna versión que Rihanna ha realizado de 'Same old mistakes' , original de Tame Impala, seguida de la acústica 'Never ending', que no es más que una especie de refrito del 'Thank you' de Dido. Con todo, cumple aunque no alcanza a emocionar. Finalmente, la cantidad de ideas que Rihanna ha querido meter en su disco vuelven a evidenciarse con el soul de 'Love in the brain', seguido del desangre que es 'Higher' (una en donde la mujer se deja la garganta aunque nuevamente nos deja en coitus interrumpus al acabar antes de tiempo) y cerrando junto al piano en 'Close to you'.
Muchas manos y ansias entonces detrás de un disco del que se esperaba bastante pero me parece ha estado a la altura. Anti no es un álbum de hits, en esa linea solamente jugarían 'Work' y 'Kiss it better', pero en el resto de los temas que lo componen apreciamos las ganas de Rihanna por escapar de lo obvio, y aquello de por si habla bien de su afán por ganar respeto, ya que sabemos que dinero y fama le sobran.
Si nunca te has interesado por la música de Rihanna, este es probablemente un disco al que deberías darle una oportunidad. Y ojo que lo escribe alguien que jamás había podido con dos temas seguidos de esta tipa...
7,5 /10
¡Muy bueno!
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