Rompiendo bruscamente con el mainstream
Así como existen artistas que sueñan día y noche con la masividad, dando todo lo que pueden (y más aún) con tal de lograr encajar algún éxito en los medios, hay quienes se dan el gusto de entrar y salir de ahí cuando les da la gana. Y por ahí van los MGMT, dúo que gracias a canciones como 'Time to pretend' o 'Kidz', incluidas en su debut Oracular spectacular (2007), encontraron buena recepción masiva en sus inicios. Ahora, si con la llegada de Congratulations (2010) se observó cierta intención por desmarcarse un tanto del pop facilón, con este tercer disco si que la ruptura es absoluta. MGMT se distancian brusca, intencionada y decididamente del mainstream mediante un disco cargado de psicodelia, experimentación y en donde durante largos pasajes no encontramos rastros de lo que algún día pareció insinuar este dúo.
Estamos frente a un álbum, por sobre todo, valiente. Porque cuando una banda logra reunir a un grupo de seguidores, lo lógico es cuidarlos y no salirse demasiado de los márgenes, sin embargo, acá nos encontramos frente a lo contrario, MGMT golpea la mesa desarrollando un trabajo que no cae en medias tintas y desde sus primeros acordes suena desafiante. Lo lindo es que funciona.
El disco abre con 'Alien days' y 'Cool song N°2', la primera es un medio tiempo acústico que se encuentra adornado con teclados muy juguetones, baterías saturadas y una serie juegos vocales dignos de destacar. La segunda marca la melodía con un piano pero nuevamente genera ambientes gracias a la mezcla de sonidos, los cuales entran y salen del tema constantemente. Ahora, en el tercer tema es cuando el ácido y la psicodelia se toman decididamente el álbum. Aparece entonces la fantástica 'Mystery disease', en donde una batería en plan 'Tomorrow never knows' de The Beatles sostiene una melodía que se repite constantemente (olvídate del estrofa/puente/coro) y conecta a la perfección con los juegos de teclados que el dúo introduce todo el tiempo. Más adelante sonará 'Introspection', un cover que data de 1968 (original de Faine Jade) que si bien respeta la estructura de la versión original aporta crudeza en el sonido de los arreglos (las baterías y teclados básicamente) y la primera parte del álbum llegará con la golpeada "Your life is a lie", sucia en su sonido y desafiante en estructura, como prácticamente todo lo que hemos oído del disco hasta ahora.
Como era de esperar, para la segunda parte del álbum el dúo se guardó los abusos. Aparecen acá esos momentos en donde la banda se termina de olvidar de quien está al otro lado y se entrega completamente a la experimentación. El momento más onírico del disco aparece con los quince minutos de 'A good sadness' seguida de 'Astro mancy' y 'I love you too, death'. Mucho sintetizador, susurros, ruidos, maquinitas y de melodías nada. Acá el disco se empantana un tanto y vive para mi su momento más bajo. Repunta un tanto el asunto eso si con las dos últimas, 'Plenty of girls in the sea' debe ser el tema más bonito y armónico del disco mientras que 'An orphan of fortune' el más oscuro del mismo, conviven muy bien ambas eso si gracias al ambiente que generan los arreglos.
Cuando una banda pone su nombre a uno de sus discos suponemos el estar frente a un trabajo que pretende definirlos. Resulta curioso entonces el que MGMT hayan decidido que precisamente este, su álbum más arisco e inaccesible hasta hoy, sea aquel trabajo, un disco que pone a jugar a la banda en otras ligas, unas que no tienen ninguna relación con los ámbitos comerciales. Pero bueno, la decisión también habla de lo que son...
¿Canciones? 'Alien days' y 'Mystery disease'.
7/10
Muy bueno.
No pusiste el link para descargar :(
ResponderEliminarAhora si está!
ResponderEliminarSaludos!