“Psicodelia dispuesta a hacer historia...”
"The Beatles, Pink Floyd y Cream teniendo sexo". ¿Suena bien, no? He leído muchas reseñas y críticas acerca de Time Impala en donde abundan los adjetivos. Y es que claro, resulta complicado definir a la rápida un proyecto tan complejo, diverso e interesante. Sin embargo, me he terminado quedando con aquella sencilla linea, expresada por un usuario cualquiera en You Tube y que creo define en gran medida el sonido de Kevin Parker, un australiano que debutó en 2010 con un viaje alucinante titulado Innerspeaker (si aún no lo disfrutas, acá lo puedes oír), un disco que fue capaz de romper las barreras del indie para caer bien parado en distintos tipos de público (adorado por la crítica además), dejando la vara alta para el que sería el segundo trabajo.
En palabras de Parker, el material para Lonerism comenzó a escribirse inmediatamente finalizado Innerspeaker, siendo idea inicial del compositor alejarse un poco del sonido de este. El multi instrumentista ha mencionado que incluso pensó en participar en algún proyecto alternativo a Tame Impala. Lo cierto es que las intenciones del autor logran apreciarse luego de darle varias pasadas al álbum, este nuevo trabajo si bien le da continuidad al sonido psicodélico de Innerspeaker al mismo tiempo logra sonar más maduro y explorador en sus estructuras y sonidos.
Es así como nuevamente se encuentra presente ese rock cargado a la psicodelia setentera; los teclados y las guitarras aparecen en canciones como "Apocalypse dream", "Mind mischief" o la absolutamente floydiana "Elephant", sin embargo, la mayoría del trabajo apunta esta vez mucho más allá. De esta manera nos encontramos con canciones derechamente desestructuradas, como es el caso de la hipnótica partida a cargo del susurro repetitivo de "Be above it" seguida de "Endors toi", la cual no alcanza a ser una canción como tal sino más bien un par de estrofas y un sucio solo de guitarra, mientras que la vocación beatlesca/melódica/pop de Kevin Parker aparece en la sección media del álbum con "Music to walk home by", "Why won't they talk to me" o "Feels like we only go backward", en ellas encontramos los coros y las melodías que en otros momentos escasean (arregladas a la Time Impala eso si).
Es así como nuevamente se encuentra presente ese rock cargado a la psicodelia setentera; los teclados y las guitarras aparecen en canciones como "Apocalypse dream", "Mind mischief" o la absolutamente floydiana "Elephant", sin embargo, la mayoría del trabajo apunta esta vez mucho más allá. De esta manera nos encontramos con canciones derechamente desestructuradas, como es el caso de la hipnótica partida a cargo del susurro repetitivo de "Be above it" seguida de "Endors toi", la cual no alcanza a ser una canción como tal sino más bien un par de estrofas y un sucio solo de guitarra, mientras que la vocación beatlesca/melódica/pop de Kevin Parker aparece en la sección media del álbum con "Music to walk home by", "Why won't they talk to me" o "Feels like we only go backward", en ellas encontramos los coros y las melodías que en otros momentos escasean (arregladas a la Time Impala eso si).
La experimentación vuela y se desata con los doce minutos que se viven entre la fascinante electrónica de "Keep on lying" y los tremendos juegos vocales de "Nothing that has happened so far...", completamente alucinantes ambas, mientras que el disco cerrará de manera íntima con "Sun's coming up", una balada muy muy muy Lennon, desde las notas en el piano hasta las voces.
Tame Impala es un proyecto que promete y en grande, no cualquiera es capaz de despacharse dos álbumes de tan alto nivel en solo dos años. Veremos con los años hacia donde dispara esto y si es capaz de sostener el nivel, por el momento seguimos disfrutando de esta maravilla que seguro será valorado a futuro como uno de los grandes discos de la década.
9/ 10
Brillante!

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