"Lo mejor desde ..."
Memento mori se encuentra marcado desde su portada y concepto por la muerte, la idea de la pérdida se percibe todo el tiempo tanto en lo musical como en lo temático, y si bien el álbum estaba compuesto antes de la partida repentina de Andrew Fletcher, su recuerdo se percibe presente inevitablemente a lo largo del álbum. Esta oscuridad aparece desde el comienzo, cuando 'My cosmos is mine', que retoma donde la banda lo había dejado con Spirit: en crítica al mundo político ("No te metas con mi mundo / No te metas con mi mente / No cuestiones mi espacio / Mi cosmos es mío..."). Abren entonces como suelen abrir desde Sounds of the universe, es decir, con un tema que comienza muy abajo para lentamente ir ganando fuerza. Esta vez, sin embargo, con un matiz: el tema se queda intencionalmente en las catacumbas, insinuando una subida que nunca llega. Viene bien por tanto subidón que protagonizan 'Wagging tongue' + 'Ghost again' (un neo clásico de la banda en toda regla), donde los teclados adoptan protagonismo y la fuerza si aparece.
Desde acá, el viaje no bajará el nivel aunque no estará exento de problemas. La fantástica 'Don't say you love me' con su dramática letra ("Tu serás la asesina / Yo seré el cuerpo / Tu serás el suspenso / Y yo seré el drama, por supuesto...") será una que recordará con fuerza las últimas andanzas en plan crooner de Dave Gahan pero a esta le seguirá 'My favourite stranger', donde arqueamos ceja por primera vez, una canción realmente exquisita en términos de arreglos (¡como se insinúan esas guitarras!) pero que sucede estrofas + coro sin llegar a punto, sin jamás escapar de lo obvio, dejándonos una canción "buena", correcta, pero que no termina de impactar. Algo similar ocurrirá con 'Caroline's monkey', que está bien pero le falta fuerza o más adelante en 'People are good', que realiza un bonito tributo en sus teclados a Kraftwerk (padres de todo esto, se sabe) pero que no escapa de la sucesión de estrofas y donde la banda se conforma en solo dar vueltas en círculo sin saber dar un paso hacia adelante con la estructura. Dado lo anterior, la pasada por 'Before we drown' se agradece, una que siendo tremendamente oscura si logra a partir de un momento (minuto 3 en punto) elevar intensidad y explotar en magia, lo mismo con 'Never let me go', el único tema del disco que insinúa una propuesta de rock bailable.
Funcionan también las baladas. 'Soul with me' está preciosa con un Martin Gore sólido en las voces y enorme en las letras ("Estoy listo para las páginas finales / Un beso de despedida para mis jaulas terrenales...") así como el notable y delicado cierre con 'Speak to me', dejándonos un disco que funciona de comienzo a fin y que no tiene canción mala. Sin embargo, se percibe esa sensación de no querer (o derechamente ya no poder) llevar algunas canciones correctas a otra dimensión, medio disco se queda ahí, en el limbo del "cumplir", lo cual frustra un tanto. Con todo, lo mejor de Depeche mode en casi veinte años.
¿Canciones? 'Ghost again', 'Don't say you love me', 'Before we drown y 'Soul with me'.
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