"Viaje oscuro, furioso y tétrico..."
La muestra aparece de inmediato tras darle play al álbum. Suena esa magnífica pasada por 'Cold burn' + 'The silver arc' y nos internamos en un viaje intenso y profundo (son casi veinte minutos en total entre ambas), plagado de olas y olas de guitarras que impactan con notables redobles de batería (que parecen programadas de lo bien que suenan), teclados o con el desgarrado registro vocal de un tremendo Johannes Persson. Ahora, como suele ocurrir con Cult of luna, la magia reside en el viaje, que es donde la banda pone todo su talento. En ese sentido, el disco funciona como un continuo donde más allá de cualquier artificio técnico, el enganche está en como los suecos saben transitar sus distintos momentos, por ende, tras ese cuarto de hora inicial lleno de ira y espanto, realizan una breve pausa en 'Beyond I', un relato que cuenta con participación de Mariam Wallentim (vocalista del duo sueco Wildbirds & peacedrums), para luego volver a soltar todo en los doce bestiales minutos de 'An offering to the wild'.
La ambición de Cult of luna, sin embargo, se aprecia en que pudiendo agregar alguna canción menor y cerrar el disco acá, deciden regalarnos otros cuarenta minutos de música dispuestos a extasiar a cualquiera. Como cuando en una montaña rusa recorriste una serie de infartantes curvas, crees que el asunto ha terminado cuando ves venir otra inmensa más. ¿Qué hacer entonces? Pues te agarras y te entregas, no hay más.
Abrirán la Cara B por tanto abordando la calma, primero con 'Into the night', que propone una tenebrosa cadencia que acabará quebrándose entre chillidos y explosiones (5:45 en adelante) en un cierre fenomenal para una obra terrorífica en su extensión, y luego con 'Full moon', un grato interludio instrumental que precederá al segundo momento fuerte del álbum, otros veinte minutos llenos de magia compuestos por 'The long road north' + 'Blood upon stone', otro ir y venir maravilloso en donde Cult of luna van jugando con los tiempos todo el rato, bajando la intensidad, llevándonos a la tranquilidad para luego explotar con maestría.
El álbum acabará con 'Beyond II', donde ha colaborado el canadiense Colin Stetson, otro instrumental tétrico que viene a redondear un álbum realmente fantástico, una prueba de talento por parte de una banda que no muestra señal alguna de agotamiento. Con The long road north perfectamente pudieron haber creado dos álbumes igual de gloriosos, sin embargo, fieles a sus conceptos e ideas han optado por desarrollar una obra completa contundente e incontestable. Uno de los grandes álbumes que habremos oído este año.
¿Canciones? 'Cold burn', 'An offering to the wild', 'Blood upon stone'.
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