Mirado con el lente de la distancia, los primeros tres álbumes de los chilenos de Lucybell resultan particularmente brillantes. A partir de ahí, sin embargo, la banda abrazó la irregularidad, abandonando poco a poco la experimentación de sus inicios para acercarse a un sonido más comercial y accesible. En ese camino, Amanece (2000) parece ser su último gran disco, y desde ahí... canciones más que álbumes. En 2005 la banda vivió su última metamorfosis, abandonó Francisco González, se incorporó José Foncea en batería y junto con él Lucybell ha entregado dos álbumes, un correcto Comiendo fuego (2006) sucedido por el discreto Fenix (2010), el cual dio muestras claras de estancamiento y agotamiento creativo.
Por todo esto, la pausa de siete años que se tomó el trío, interrumpida únicamente por una gira de aniversario en 2013 y la edición del EP Poderoso, parecía necesaria, y de hecho, tras disfrutar de Magnético , hasta se agradece. Al octavo disco de Lucybell hay que darle el que recupera frescura y convicción. ¿Pierde fuerza a ratos? Puede ser. ¿Se empantana en un exceso de baladas? Sin ninguna duda. Pero hay dos componentes importantes a destacar en Magnético: las canciones están (tres a cuatro joyas encontramos acá) y se aprecian intenciones por ir más allá de lo obvio.
El álbum abre con 'Por amor', un tema intenso y directo que conecta totalmente con el rock que la banda comenzó a desarrollar diez años atrás en Comiendo fuego. Cuatro minutos en estructura creciente, que entran en calma, incorporan batería poco a poco y acaba reventando como corresponde a un minuto del cierre, que decir, mejor partida no podríamos haber tenido. 'No me olvides' continúa, un gran medio tiempo romántico, que funciona perfecto y le sigue 'Indestructible', con seguridad la mejor del trabajo, una que entre baterías electrónicas, guitarras, efectos vocales y ambientes logra traer al presente los momentos más creativos en la carrera de Lucybell.
A continuación el álbum se entrampa un tanto. Muchas baladas. Algunas de ellas, como 'Un sueño', 'Maleficio', 'Magnética luz' o 'Salté a tus ojos' se estorban entre si pese a individualmente funcionar. Entrando en la recta final, la dulzura de 'Perfección' o la oscuridad de 'Demencial' encuentran puntos altos mientras que el álbum volverá a encenderse con las guitarras de 'No perdonaré' o la electrónica 'Cuando me acerco a ti', otro de los experimentos agradables con que cuenta el álbum, cerrando definitivamente con la contundente 'Alma envenenada', otra gema escondida contenida en Magnético.
Estamos con seguridad frente al mejor trabajo de Lucybell en su etapa post 2005, el más compacto. Se aprecian acá composiciones potentes, un conjunto que musicalmente convence y que de cierta forma los revitaliza, lo cual tras tantos años de idas y venidas resulta destacable. Magnético es el disco que todos necesitábamos de Lucybell, comenzando por ellos mismos...
4.0 // Excelente! |
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