"Notables en su sencillez..."
Sin embargo, hay que ser claros: no hay sorpresas con este, es Travis haciendo lo que mejor saben hacer, quizás si entre atmosferas incluso más sutiles que lo habitual, sin arranques grandilocuentes ni arreglos demasiado sofisticados sino más bien centrándose en la suavidad de las melodías y sabiendo sacarles partido. El punto es que lo hacen bien, encontrando altos momentos yéndose a las cuerdas en 'Butterflies' o en 'All fall down' (un tilín Thom Yorke en los agudos suena esta), al piano en la preciosa 'A million hearts' o en 'The only thing', incorporando momentos eléctricos y golpeados en la notable 'Valentine', aumentando la intensidad en 'Nina's song' e incluso emulando a viejas glorias como ocurre en 'A ghost', que suena muy similar a 'Side', el viejo clásico de 2001, y por ende a muchas otras canciones noventeras de Travis.
Seguramente a Travis le pesará el no haber re inventado su carrera como si hizo Coldplay tras un par de álbumes, sin embargo, lejos de decepcionar y casi en el anonimato tiene mérito el que continúen regalando álbumes sólidos en su sencillez como el que acaban de entregar.
¿Grandes canciones? 'Butterflies', 'Valentine' y 'A million hearts'.
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