El black metal debe ser con seguridad, dentro de la música extrema, el género que más sorpresas nos ha entregado a lo largo de la última década y acá estamos frente a otro proyecto a tener en cuenta y que frente a cada lanzamiento no hace más que consolidarse: Panopticon, que no es otra cosa que la "banda" del multi intrumentista Austin Lunn. Fiel a lo suyo, el compositor vuelve en 2015 con su sexto larga duración, a un año del que probablemente fue su álbum mejor logrado a la fecha (Roads to the north). Acá Lunn explora nuevamente el black atmosférico aunque esta vez se aleja un tanto de las incursiones folk para enfocarse en su arista más oscura y violenta.
El álbum abrirá en medio de un bosque, 'Tamarack's gold returns' regalará cuatro minutos de cuerdas y violines para luego rápidamente acelerar las cosas con 'Into the north woods', que durante cuatro minutos nos azotará con potentes guitarras y guturales para cerrar en calma entre teclados y unas campanadas. Esta estructura tenderá a repetirse a lo largo del disco, cuatro a cinco minutos de metal extremo en su máxima expresión para luego cerrar con otro tipo de arreglos, aunque siempre marcando matices. Cuesta destacar algún tema en particular ya que todos poseen una contundencia técnica impresionante siendo (una vez más) la sucia producción el único defecto añadible al trabajo (¡cuánto daño le ha hecho la guerra del ruido a la música!).
Grandes momentos se viven con 'Autumm eternal' (la canción), la cual desde su agresividad irá incrementando intensidad incorporando teclados en medida que se acerca el cierre o la tremenda 'Sleep to the sound of the waves crashing', una muy furiosa que en medio del tema incorporará buenos juegos de violines. Otra realmente notable es la perturbadora 'Pale ghost', una pieza que conjuga a la perfección el poderío instrumental y las caóticas atmósferas que Lunn ha sido acá capaz de lograr, el resultado es impresionante.
Autumm eternal es entonces una muestra impecable del nivel al que la música extrema hoy ha sido capaz de llegar, conjugando la agresividad y oscuridad característica del black metal con ambientes que deambulan entre el caos y la tranquilidad, generando contrastes impecables y emociones por montón. Uno de los grandes discos que nos habrá dejado 2015 sin duda.
8/10
Excelente.
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