"Monótono y agotador..."
Desde hace un tiempo a la fecha que Cannibal Corpse optó por el estancamiento. Fieles a un death de características muy marcadas y reconocibles, los norteamericanos decidieron renunciar al factor sorpresa y limitar su trabajo a desarrollar de manera adecuada lo que mejor saben hacer. En esa línea, durante la última década han deambulado entre álbumes que han cumplido con lo suyo (Evisceration plague, 2009) y otros que han logrado sacar brillo a la fórmula (Torture, 2012). Ahora, con Red before black el asunto ha vuelto a ir por donde esperábamos pero con una salvedad: me parece que desde la edición de Kill (2006) ninguno de sus trabajos había resultado tan monótono y agotador como este. Dicho en simple: Red before black no es un mal álbum, pero aburre.
El disco abre con todo. La pasada por 'Only one will die' + 'Red before black' (la canción) es demoledora y no entrega respiro. Posteriormente vendrán las clásicas pausas (que esto ya viene con manual incluido) en 'Code of the slashers' (que cuenta con un grato subidón hacia el cierre) y 'Shedding my human skin', para luego retomar la velocidad con 'Remained'. Y así, aceleraciones, pausas, un George Corpsegrinder Fisher que en lo suyo permanece soberbio, las guitarras afiladas están, el doble pedal incesante... pero todo muy predecible y en piloto automático. La verdad es que pasando el nudo del álbum no hay nada que en lo personal me haya llamado a seguir ahí, de hecho me entré a cuestionar: ¿Cuál es el sentido para Cannibal Corpse de seguir cumpliendo religiosamente con 12 temas disco tras disco si al quinto o sexto ya está todo dicho?
El álbum más monótono de Cannibal en una década.
5/10
Nada muy especial...
Otras reseñas de Cannibal Corpse:
2014 // A skeletal domain
2012 // Torture
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