"Grato regreso..."
Supergrass fue una de esas bandas que la historia trató injustamente. Les tocó "competir" a mediados de los 90's con el fenómeno brit pop Oasis/Blur y sucumbieron en popularidad (para ser justos, a otros como Pulp o Suede les pasó igual), sin embargo, basta escuchar I should coco (1994), disco debut de Supergrass, para notar que 10 años antes de que existiesen bandas como The hives, Franz Ferdinand o The Killers, estos ingleses ya habían trabajado el rock de garage sucio, juvenil e hiperquinético que tantos dividendos dejó a varios durante la última década.
Hoy tenemos en plan solista a su vocalista, Gaz Coombes y siento que la historia se repite, tengo la sensación de que el álbum pasará inadvertido por este 2012 siendo que tiene méritos para que el mundo le de una oportunidad.
Here comes de bombs es un disco sólido por donde se le analice. Se sostiene tanto canción por canción como en el conjunto, se pasea por diversos estilos y tiempos, cuenta con temas directos, fáciles de digerir y que son rock & roll puro ('Hot fruit', 'Whore', 'Simulator') así como con otros más cargados a la atmósferas etéreas ('Sub divider'), desde psicodelia ('Universal cinema') hasta incluso algunos guiños a la electrónica ('Fanfare') pasando por medios tiempos realmente atractivos y emocionales ('White noise').
Quizás no descubre la pólvora pero logra en menos de una hora sacarte a pasear de la mano del siempre querido rock & roll. Vale la pena, claro que si.
7 / 10
Muy bueno
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