Fe en el caos
El nuevo juguetito en el mundo de la música "alternativa" y una de las bandas que mayor interés ha generado durante este comienzo de siglo se llama Animal Collective. Estos, tal como su nombre indica, funcionan bajo la idea de un colectivo y no de una banda clásica tradicional, es decir, y dicho en simple a: disco a disco participa el que quiere. Ahora, donde tampoco juegan con códigos tradicionales es en su música, ahí, lo que si parece claro es que Animal Collective logran con su sonido su objetivo: descolocar al auditor mediante una postura que rompe con lo establecido. Los tipos te mezclan melodías adictivas (algunas muy emocionales) con elementos psicodélicos, electrónica, teclados y sintetizadores por montón, guitarras ruidosas y estructuras nada fáciles de seguir. De todo un poco hay en esta agrupación que logró cierto reconocimiento en 2007 a raíz del experimental Strawberry Jam, un disco al que deberías ir si enganchaste con este, y cinco años más tarde los tenemos de vuelta con el que claramente es el mejor disco que nos han entregado en su carrera y de paso uno de los más interesantes que nos dejará este 2009. Merriweather post pavilion explota lo mejor de trabajos anteriores del colectivo con la virtud de esta vez no abusar de la paciencia del oyente. Suenan creativos a rabiar pero combinan aquello con melodías pop absolutamente reconocibles.
La portada del álbum, con ese simpático juego visual donde se aprecian unas olas en constante movimiento, anticipa de buena forma lo que encontraremos en los 54 minutos de música que se nos presenta: un conjunto en constante movimiento y que invita a simplemente entregarse a este.
De las once canciones que contiene el álbum, inteligentemente los Animal Collective decidieron colocar las tres más digeribles en el comienzo. Es así como la exquisita 'In the flowers' abre los fuegos con una espectacular atmósfera sugestiva que oscila entre la calma y alzas de intensidad, en un regalo psicodélico que por si solo ya impacta. Le seguirá 'My girls', con un emocionante relato que sobre un incesante sonar de teclados habla de aquellas cosas simples que se persiguen en la vida y el como la vida (y prioridades) de cualquier hombre puede cambiar al ser padre ("No existen demasiadas cosas que necesite / Un alma sólida y sangre que sangrar / Pero con mi niña pequeña y con mi esposa / Sólo quiero una casa apropiada para ellas) , logrando el efecto de mantenerte muy arriba y atento en todo momento. ¿Es 'My girls' la mejor canción del año? Puede ser.
El tercer tema, 'Also frightened', se desatará en teclados + voces, marcando otro gran momento del álbum, el cual desde acá realmente se dispara, aunque también se volverá más experimental y algo arisco con el auditor no seguidor de la banda. Electrónica, teclados y percusiones se combinan en un cóctel que encuentra momentos fascinantes en la la beatlesca 'Summertime clothes', la emocional 'Bluish', los notables juegos vocales de 'Guys eyes' o la excelente "Lion in a coma", sin embargo hay mucho donde entrar a escoger. Ojo con el experimento final titulado 'Brother sport', una especie de cumbia electrónica caótica que logró darle al disco un final sencillamente soberbio. El desenlace preciso para un disco que jamás bajó el nivel.
Se acaba esta década y Merriweather post pavilon llega para decirnos que nada está perdido y vale la pena seguir creyendo en el futuro. Creatividad a tope, emoción y muchas ganas de romper los moldes, salir de la caja. Animal collective encuentran su punto y el tiempo dirá si sabrán capitalizar este momento, sin embargo, el regalo hay que agradecerlo y valorarlo como lo que es: uno de los álbumes más brillantes en lo que va de siglo.
¿Canciones? 'In the flowers', 'My girls', 'Summertime clothes'.
9,5 / 10
¡Brillante!
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