sábado, 1 de febrero de 2025

Patriarkh: Prophet Ilja (2025)

 "Un ritual constante (poco recordable)..."

Inauguramos 2025. Y lo hacemos recordando la lamentable telenovela de Batushka, banda polaca que se estrelló (incluso sin buscarlo) con el éxito allá por 2015 mediante la publicación de Litourgiya, lo cual lamenta e inevitablemente abrió el apetito de Bartlomiej Krysiuk (a.k.a Bart) quien intentó arrebatar la banda de las manos de Krzysztof Drabikowski (Derph) firmando un contrato con Metal Blade y lanzando por cuenta propia Hospodi (2019), lo cual provocó que Derph publicase vía Bandcamp su propio álbum (Panihida), es decir, llegando al ridículo de tener en 2019 dos álbumes de Batushka circulando. Todo un enredo finalmente resuelto en 2024 por la vía legal donde se dictaminó que el proyecto efectivamente siempre perteneció a Derph por lo que Bart ha debido continuar por sus propios medios, utilizando ahora el pseudónimo Patriarkh. Nos encontramos así ante un álbum debut (?) que posee de entrada un mérito: no intenta emular con descaro el sonido de Batushka, si no más bien sentar algunas bases propias. Ahora, cosa distinta es que en esa intentona el resultado efectivamente llegue a buen puerto, sin embargo, al vocalista hay que darle el punto inicial de que ha tomado el camino del riesgo en lugar de apostar a la segura. 

Lo que se nos entrega acá entonces son ocho piezas tituladas simplemente 'Wierszalin' (enumeradas del I al VIII) en donde Bart se entrega a esas atmósferas corales propias de iglesia, las cuales enlaza con momentos sinfónicos + uno que otro relato hablado, introduciendo cada cierto tiempo algún elemento que acerca el sonido al black metal pero siempre como complemento y no protagonizando. El conjunto por tanto, salvo contados momentos, está lejos de ser un desate y más bien tiende a la calma, a sonar como un trabajo contenido, un ritual constante en donde los coros eclesiásticos y los relatos (en ocasiones femeninos) son preponderantes. 

Habrán piezas que se moverán en tiempos lentos (las II y III) mientras que otras acelerarán (V), pasajes introductorios y otros que funcionan como puentes, sin embargo, el elemento común será lo poco recordable que suena el conjunto entre canciones que siendo de cuatro o cinco minutos se sienten realmente largas y en ocasiones agotadoras. Claros ejemplos de lo mencionado son las introducciones a las piezas III o VII, así como la totalidad de VI, un tedio total. En ese camino, el cierre a cargo de los siete minutos de VIII pareciesen encontrar cierta épica en el sonido (¡son buenas atmósferas!) pero se extraña algo más de emoción, que la música te provoque algo, dejándonos así un conjunto que durante cuarenta minutos suena frío e inerte, digamos, el clásico disco que no te das cuenta cuando siguió sonando y dejaste de ponerle atención. Tampoco es que este Prophet Ilja sea un completo desastre pero si un trabajo que más allá de las nobles intenciones no logra llegar. 

¿Canciones? 'Wierszalin IV y V' parecen ser dos canciones que interpretan de manera correcta los objetivos del álbum. 

 6,5 /10
Cumple y algo más...


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