lunes, 25 de junio de 2012

The Smashing Pumpkins: Oceania (2012)

"Paso adelante..."

Los Smashing Pumpkins solo editaron cinco discos en su carrera, sin embargo, dejaron en el aire la sensación de haber sido grandes, muy grandes. Su gran obra maestra fue Mellon collie and the infinite sadness (1995), un monumental álbum doble con el cual Billy Corgan demostró al mundo el carácter de tremendo compositor que era aunque también elevó el ego del artista a niveles estratosféricos. Tras la edición de ese disco el hombre se sintió amo y señor de la banda al punto de acabar disolviéndola en el año 2000. Han pasado doce años desde entonces y a Corgan lo hemos visto intentando brillar por diversas vías aunque siempre con resultados discretos, más allá de que un puñado de buenas canciones nos dejó en Zeitgeits de 2007, aquello hay que dárselo. Por tanto, ante tanta irregularidad, no era demasiado de lo que se esperaba ante un nuevo lanzamiento, sin embargo, contra toda expectativa al vocalista hay que darle el que nos ha sorprendido gratamente con Oceania, sin duda lo mejor que nos ha entregado en largo tiempo. 

Entendiendo que este NO es un disco de los Smashing Pumpkins, solo posee la marca. Se trata de Corgan acompañado de tres músicos contratados para ejecutar su obra, sin embargo, ciertos elementos característicos del sonido de los primeros discos de la banda (Gish y Siamese dream basicamente) si están presentes en el trabajo y vaya que se agradecen. Oceania suena fresco, potente y no tan cerebral como los anteriores trabajos de Corgan. El álbum comienza con todo. A "Quasar" y "Parnopticon" le sobra energía y fuerza, y donde la voz de Billy ya no logra llegar es suplido con un trabajo de arreglos más que sólido. Como mencionaba anteriormente, las guitarras recuerdan muchísimo los primeros discos de la banda. "The celestials" juega a ser la canción himno de este disco y mal no le va. Comienza acústica para crecer con los minutos en instrumentos y formas. Bello tema. Posteriormente la dupla "Violet rays" / "My love is winter" logran que el disco vuele alto (para mi este es el mejor momento), Corgan logra emocionar como hace mucho no lo hacía gracias a un trabajo de arreglos impecable. 

El nudo del disco llega con los teclados que marcan el paso de "One diamond, one heart", buen tema pero algo frío y mecánico en relación a lo que venía sonando. En la misma linea sonora se mueve "Pinwheels" aunque con mejores resultados gracias a su excelente trabajo instrumental. "Oceania" es una de esas canciones largas que Corgan disfruta componer de vez en cuando. Muy personal e íntima, me recordó a The Cure por instantes gracias a esos teclados que arman muy bien el ambiente de fondo. Gran momento que se ve rematado con la calma de "Pale horse", una canción que perfectamente podría haber sido incluida en Adore (1998), el álbum más sentido de los Pumpkins.

Corgan no quiso agotar esta vez, de ahí que para la recta final del álbum se retoman las guitarras. "The chimera", "Glissandra" e "Inkless" traen de regreso la energía y renuevan el alma de este disco, el cual se cierra en paz con "Wildflower"

Lo de Billy Corgan es una lucha constante con su pasado. Tiende casi a renegar de sus obras noventeras y se encargó durante la promoción de Oceanía de repetir una y otra vez que el disco no sonaría como aquellos discos. Tenía razón, este no es un álbum nostálgico y en ese sentido me saco el sombrero por el compositor, quien insiste en mirar hacia adelante, en otras ocasiones no le había apuntado pero acá hay que reconocer que logró armar un trabajo sólido en general y con momentos particularmente brillantes. 

7,5 / 10 
¡Muy bueno!

2 comentarios:

  1. Tenia cierta expectativa sobre este album despues de escuchar Quasar, Parnopticon y Oceania en su presentacion del Rock In Rio Lisboa. Creo que es lo mejor que hizo el pelado desde la saga Machina.
    Has escuchado el nuevo de James Iha?

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  2. Hola!
    Si, comparto tu comentario. Esto es lo mejor que ha hecho Corgan desde los Machina... por paliza.
    No he escuchado a James Iha. Lo buscaré! Gracias.
    Saludos.

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