Chicas malas
Me he tomado mi tiempo a la hora de hablar del álbum debut de Savages. Me pasó que tras su salida leí tanta crítica positiva que quise mantener algo de distancia frente a la efervescencia del momento, no se, solo por manía. Han pasado los meses y bueno, sigo disfrutando de Silence yourself tanto como lo hice en un comienzo por lo que me lanzo a continuación a hablar del que probablemente sea para mi (junto con el disco de Palms) el mejor álbum debut de este 2013.
Acá está todo. La actitud, la rudeza, la violencia y el rock and roll en estado puro. Este cuarteto femenino inglés de mirara lésbica, liderado por el carisma francés de Jehnny Beth, sorprende con un disco que contiene buenas dosis de post punk (una vez más Joy Division sale al baile como evidente principal influencia) y un grado de crudeza que fascina. El sonido de Savages está marcado casi todo el tiempo por un bajo endemoniado, afiladas guitarras que golpean tema tras tema, una poesía directa e interpretaciones llenas de una energía que por estos tiempos no es fácil encontrar. Desde la apoteósica partida a cargo de "Shut up" notamos que lo de Savages viene en serio y no pretende sonar amistoso, asunto que se confirma con la descarga de ira que es "I am here" (con final orgásmico incluido) y la dinámica "City's full". Los primeros diez minutos de disco por si solos valen la pena, sin embargo... hay más.
Luego de un rabioso comienzo el álbum bajará los tiempos. Aparece primero "Strife", algo más melódica que el resto del álbum aunque siempre sucia en su sonido, esta da paso a "Waiting for a sign", probablemente el momento más íntimo del trabajo y en donde la banda se da el lujo de caer casi en la improvisación para el final, el disco acá encuentra sus mejores momentos.
El punto bajo del álbum se encuentra en la segunda parte de este, la cual claramente pierde precisión en relación a la primera mitad. Tras un instrumental de dos minutos que en realidad aporta bastante poco aparecerá el retome de la velocidad con "She will" seguida de "No face", dos golpeados temas que suenan bien pero se limitan simplemente a retomar fórmulas ya utilizadas (y de mejor manera) en el comienzo del disco. En la recta final nos encontramos con el minuto punkoide de "Hit me", el exquisito bajo que marca el sonido de la excelente "Husbands" y un agradable cierre en calma a cargo de balada "Marshal dear".
Silence yourself es un álbum intenso y agresivo. Un disco que te golpea gracias a la honestidad que desprende y que deja una vara muy alta para el segundo trabajo de estas nenas. Nos quedamos y disfrutamos por el momento con uno de los grandes debut de este 2013.
7 / 10
Muy bueno.
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