"Recuperan parte de su esencia.."
Todo parece indicar que los tipos han aprendido la lección por lo que cuatro años más tarde regresan con un The gray in between, un trabajo que parece ir en búsqueda (en fondo más que en forma) de la esencia que empapó los primeros trabajos de la agrupación, aunque ojo, tampoco recurriendo al auto plagio porque acá no encontramos el completo caos ni la vanguardia estructural que proponía Seeing means more than safety, si no más bien una recuperación del screamo con un Jeff Smith que retoma los gritos desaforados y alaridos en las interpretaciones, esto en el contexto de canciones de dos minutos bastante golpeadas, emocionales y explosivas. De esta manera, durante un poco menos de media hora Jeromes dream entregan un continuo donde cuesta diferenciar momentos y mucho sentido no tiene destacar canciones en particular pues todo responde a un estado bastante regular, acelerado y dramático.
Hay pequeñas cosillas que escapan a la norma, como los pasajes melódicos que expresa algo como 'Pines on the hill', el tema más extenso del disco (3:59) y donde se nota la influencia de Jack Shirley en la producción (es quien ha estado tras todos los discos de Deafheaven) o las estrofas sostenidas por el bajo de 'AAEEAA', sin embargo, son solo pequeños momentos para un álbum cuyo objetivo está centrado en expresar un desate emocional por sobre cualquier tecnicismo, algo que también se ve reflejado en como suena el disco, sucio, rústico y ruidoso (a mi la producción no me ha gustado, hay que decirlo).
El principal mérito que encuentra The gray in between es el lograr recuperar cierta esencia de la banda y mejorar desde ahí la experiencia respecto a lo que fue el antecesor, pero tampoco es que acá se proponga algo demasiado atractivo o alentador. Mejoran respecto a si mismos, ni más ni menos.
¿Canciones? Lo dicho, no tiene sentido destacar alguna en particular.
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