lunes, 29 de agosto de 2011

Red Hot Chili Peppers : I'm With You (2011)

"Recambio que sabe a poco..."

Cambiaron de guitarrista, se tomaron 5 años desde la edición del buen Stadium Arcadium pero aún así no hay sorpresas con Red Hot Chili Peppers. Y es que este I'm with you comienza precisamente donde el anterior trabajo quedó y no se mueve mucho más allá. Melodías y arreglos que sin armar malos temas poseen un sonido bastante predecible, sonido que en el fondo nos deja la sensación de que los momentos más creativos de la banda están en el pasado.

No es un mal disco, en absoluto. Dentro de lo positivo habría que mencionar que el álbum se mueve en distintos tiempos. Tenemos canciones muy dinámicas tales como  "Monarchy of roses", "Factory of faith", "Look around" o "Did I let you know", algunos ritmos más calmos que aparecen en el single promocional "The adventures of Rain dance" o "Happiness loves company" y baladas de buen nivel como  "Brendan death's song" o "Police Station" (en lo personal, mi favorita del disco). Canción a canción podríamos decir que el álbum cumple , aunque "Ethiopia", "Annie wants a baby" y "Meet me at the corner" me parecieron completamente desechables y aburridísimas, pero son solo tres de un total de catorce, así que la cosa no anda tan mal, sin embargo, el factor sorpresa de I'm with you es inexistente. En la hora de duración que posee el disco no suena nada que no haya sonado antes (y de mejor manera) en los últimos álbumes de la banda.

De igual manera sentí que si bien las canciones cumplen y agradan, nunca acaban de explotar. No hay quiebres importantes en los temas y por otro lado el aporte del nuevo guitarrista, Josh Klinghoffer, es prácticamente nulo dentro del sonido de Red hot chili peppers ya que pareciese que en todo momento quisiese sonar como John Frusciante (a diferencia de lo que ocurrió cuando Dave Navarro ingresó a la banda, que le cambió el sonido a la agrupación). En definitiva un álbum agradable pero que me parece pasará sin pena ni gloria por nuestros oídos. Una colección de simpáticos temas con uno que otro momento alto, ni más ni menos. Ah! Y mención aparte para la producción siempre ruidosa de Rick Rubin, un maestro en arruinar sonido de discos y acá agrega uno a su colección. 

6 /10
Bueno, cumple.


domingo, 21 de agosto de 2011

Sepultura - Kairos (2011)


Definitivamente no puedo llegar a acuerdo con los fans de Sepultura. Leyendo y leyendo comentarios acerca de este nuevo trabajo de la banda (el sexto ya con Derrick Green en las voces) me encuentro con que hay consenso en torno a que este sería el mejor disco que han realizado en su etapa "sin Max". Sin embargo, yo no lo veo así. Supongo que como no vengo del mundo del metal mis expectativas frente a un disco no pasan por lo agresivo que este llegue a sonar. En ese sentido este buen Kairos me ha parecido muchísimo menos atractivo que A-Lex (2009) y siento que no le pisa los talones siquiera a Dante XXI (2006), que si me parece por paliza el mejor álbum de la banda en sus últimos tiempos.

Kairos, es un intento evidente por parte de la banda de recuperar la agresividad en el sonido que alguna vez en el pasado derrocharon. De ahí que nos encontremos frente a un disco bastante duro y directo pero al mismo tiempo plano y monótono. No le siento cambios al trabajo ni tampoco intensión de mostrar algo más allá de lo esperable. Esta vez no han apostado por la sorpresa y han decidido pisar terreno un tanto más seguro que en sus anteriores discos. Buenas canciones hay, que no quede duda en ese sentido. Tenemos la excelente partida con la creciente "Spectrum" seguida de "Kairos" o las tremendas "Born strong" y "No one will stand". Eso sin nombrar a unas tantas más que tampoco defraudan. Pero en lo personal el disco me ha parecido demasiado regular, como si la banda estuviese pidiendo un respiro frente a tanta crítica injusta e implacable que han recibido en los últimos años. Y bueno, escuchando el sonido que han trabajado me parece que el respiro lo tendrán. Cabe la pregunta eso si ... ¿Y ahora qué? Porque si van a continuar sacando discos como este que cumplen pero no vuelan ... ¿ vale la pena seguir?

 3/5
Bueno



domingo, 7 de agosto de 2011

Morbid Angel : Illud Divinum Insanus (2011)

"Experimento fallido que roza la burla..."

Han pasado exactamente dos meses desde el lanzamiento de uno de los discos más esperados del año en lo que a metal se refiere. Dos meses, tiempo suficiente como para haber oído muchísimo este Illud divinum insanus y formarse así una clara impresión acerca de él. Y es que razones había de sobra para esperar con ansias este trabajo. En primer lugar porque se trataba de Morbid Angel, una verdadera leyenda del death, la cual regresaba al estudio luego de ocho años de silencio y, por si fuese poco, con un disco que marcaba el regreso tras diecisiete años de ausencia, de David Vincent al bajo y voz de la agrupación.

Finalmente el álbum vio la luz a comienzos del mes de junio instalando de inmediato la polémica. ¿Dije polémica? ¡Claro! Es que bien sabemos que en el mundo del metal salirse de lo establecido es condenado con crítica lapidaria y acá la banda (¿O Vincent más bien?) definitivamente decidió jugar con fuego, tanto así que muchos han catalogado este trabajo como el St. Anger de Morbid Angel. Digamos, un álbum definitivamente destinado a hacer historia, aunque tal como le ocurrió a Metallica, no por las razones que la banda hubiese querido.

Illud divinum insanus consta de diez canciones, además de una intro de dos minutos (demasiado), seis de las cuales pretenden hacerse cargo de las expectativas: velocidad, doble pedal, riffs acelerados y un David Vincent feroz en las interpretaciones. Destaca acá la pasada por "Existo vulgoré" + "Blades for Baal" o más adelante algo cosas como '10 more dead''Nevermore', digamos, todas canciones que cumplen, mientras que en "I am a morbid" han intentado construir una especie de himno para ser coreado en vivo, pero que de todas maneras no desagrada. ¿Donde está el problema entonces? En las otras cuatro: los experimentos.  Los caballeros de Morbid Angel decidieron incorporar en el álbum cada ciertos lapsos, cuatro piezas bastante curiosas (e incluso egoístas), digo esto último porque estas canciones realmente pegan NADA con el resto del disco y parecen un juego por parte de la banda con sus fans, una burla, un chiste de mal gusto.

El álbum abre con "Too extreme!", la cual es chocante. Una cosa industrial que no para de machacar mientras se repite un "We are your new religion! No religion!", en medio de un sonido que luce inexperto y amateur, fuera de extenderse hasta el tedio (algo que les ocurrirá con todos estos temas). Luego tendremos una seguidilla metal (mencionada en el párrafo anterior) interrumpida por "Destructors Vs The earth", una especie de tributo a Rob Zombie muy mal logrado. Son siete minutos en total, de los cuales al menos cuatro tratan de un mismo golpeteo monótono. Ahora donde definitivamente se te cae el pelo es hacia el cierre con "Radikult", por paliza la peor canción del disco (y de la carrera de Morbid Angel), una versión pobre del Marilyn Manson del Golden age of grotesque (2003). Malísima, ridícula, insultante. Una que hace que otro freakerío como "Profundis - Mea culpa" incluso parezca decente. 

Entonces, valorable me parece la iniciativa por parte de la banda de sorprender y darle una vuelta al sonido tradicional de una banda de death metal, el problema es que si te la vas a jugar con algo tan radical tienes que salir bien parado y acá eso no ocurre. Los temas "novedosos" poseen una extensión innecesaria por lo que terminan abarcando casi la mitad del trabajo, además de sonar pobres en lo musical. Esto termina dejándote una sensación algo amarga luego de oír el álbum, donde la balanza tiende a inclinarse hacia lo positivo pero no sin agotarte la paciencia durante demasiados minutos. Sinceramente, si David Vincent deseaba 

¿Canciones? 'Blades for Baal', '10 more dead'.

5 / 10 
Irregular

lunes, 1 de agosto de 2011

Death Cab For Cutie: Codes & Keys (2011)

"En búsqueda de la redención..."

Mirado a distancia, el mundo del rock post año 2000 acabó por dividirse entre dos vertientes: la del post punk revival y otra más dulce. Esta segunda corriente  fue abrazada a fines de los noventa por bandas como Travis o Coldplay, fuera de algunas que por debajo intentaron hacer lo suyo, entre ellas, Death cab for cutie. Estos sembraron camino mediante sus primeros discos pero el batatazo en grande lo dieron con el fantástico (y sub valorado, digámoslo) Transatlanticism (2003), uno de los mejores discos que nos habrá dejado la pasada década, aunque pocos se enteren (si aún no lo has oído tienes que hacerlo). Sin embargo, luego de aquella auspiciosa partida alguien los convenció de que tenían la pasta para ser otros Coldplay. Se lanzaron entonces en búsqueda de la masividad, primero mediante el sólido Plans (2005), que encontró sus dos éxitos más grandes a la fecha ('Soul meets body' y 'I will follow you into the dark'), y luego con Narrow Stairs (2008) . Buenos discos ambos (el primero excelente en términos melódicos) pero tras los cuales inevitablemente dejaron a la banda a medio camino de todo, digamos, ni tan exitosos como Coldplay o Keane ni tan genialmente alternativos como Arcade fire.

Codes and keys huele entonces a redención, un álbum que va en búsqueda de recuperar terreno y re encontrarse con la inspiración, el crédito y la credibilidad. De ahí que sus canciones suenen en general sesudas, milimétricamente pensadas. Muestras claras de estos son cosas como 'Home is a fire' (fantástica en toda su construcción, hay que decirlo), 'Doors unlocked and open' (auto plagio total eso si, emulando la mítica partida de 'I will possess your heart' de 2008) o 'Unobstructured views', con una maravillosa partida a puro piano, aunque el tema llegando a los cinco minutos claramente no sabe cerrar como corresponde y simplemente se diluye. Todas estas son canciones extensas, con instrumentos que van apareciendo de a poco y construyendo atmósferas sólidas como roca, sin embargo, entendiendo lo pesado que podría hacerse el disco y también el que deben responder a las exigencias del mainstream, es que Ben Gibbard ameniza el asunto con cosas más bonitas, melódicas y llevables  "Codes and keys", "Some boys""You are a tourist" o "St. Peter's Cathedral", dejándonos un global diverso, a momentos encantador y que en otros se limita a cumplir. 

El resultado está bien, a momentos más que bien, pero desprende esa sensación de seguir dejando a la banda cerca de la meta pero con falta de fuerzas para lograr llegar. Hay grandes momentos en el álbum y otros que se conforman con rellenar sobriamente. El disco funciona de todas formas y nos dejará más de alguna canción que diez años más escucharemos con placer pero sigue faltando (como decimos en Chile) la chaucha pal peso...

¿Canciones? 'Home is a fire', ´Codes and keys, y 'Doors unlocked and open'

7 / 10
Muy Bueno