viernes, 31 de julio de 2015

Wilco : Star Wars (2015)


Tras cuatro años de silencio llega a nosotros el sucesor del brillante The whole love (2011). Lo curioso es que la banda reaparece causando el menor ruido posible, regalando el disco en su web de un día para otro, con un título que parece chiste interno y un gatito en la portada. Minino que simboliza de manera bastante gráfica de que va este Star wars, un disco absolutamente inofensivo y de escasas pretensiones, un álbum que seguramente regalará uno que otro grato momento a quienes llevan un tiempo siguiendo a la banda pero dudo conquiste a nuevo público. 

En Star wars volvemos a oír el rock folk característico de Wilco, digamos, medios tiempos ya sea eléctricos o acústicos en 'More...', 'The joke explained' o 'Taste the ceiling' , algunas pasadas más dinámicas en 'Random name generator' , momentos más reflexivos en 'Where do I begin' o 'Magnetized' y alguna joyita oculta un tanto más desatada en arreglos como 'You satellite' (lo mejor que trae este disco sin ninguna duda) o 'Pickled ginger'. En general todo muy controlado, canciones que bordean los tres minutos de duración para un disco de media hora que no pretende ir mucho más allá del cómodo metro cuadrado en donde Wilco ha logrado permanecer durante los últimos años. 

Sin ser un desastre ni nada parecido Star wars queda en deuda a causa de la falta de hambre que desprende, queda enano en ese sentido frente a su antecesor, The whole love, aunque si regala uno que otro momento a sus fans. 

5/10
Nada muy especial...



Otras reseñas de Wilco:

lunes, 27 de julio de 2015

The Chemical Brothers // Born In The Echoes // 2015


Tras cinco años de relativo silencio (en 2011 el dúo electrónico publicó la banda sonora de 'Hanna') los fantásticos Chemical brothers están de regreso con un álbum que funciona en perfecta dirección opuesta a lo que fue Further. Y es que si el de 2010 fue un trabajo directo, de mucho movimiento y con una clara inclinación hacia la música de disco, esta vez los ingleses han optado por un sonido de matices más profundos, los cuales incluyen además una serie de interesantes colaboraciones.

Born in the echoes es un álbum diverso aunque algo irregular, de constantes golpes fuertes y otros más débiles. Abre con 'Sometimes I feel so deserted' , la cual tras cuatro hipnóticos minutos acaba desplegando el clásico arsenal instrumental del dúo generando intensas explosiones hacia el cierre del tema, algo similar ocurrirá más adelante en 'EML Ritual' o 'Just bang' aunque con resultados algo más monótonos. Otra que queda en deuda es la colaboración con St. Vincent en 'Under neon lights', que jamás acaba de reventar como corresponde mientras que tanto 'Taste of honey' como 'Radiate' son dos que bajan las revoluciones explorando ambientes mas tranquilos. Cumplen ambas sin deslumbrar.

Los puntos fuertes (que los hay) del disco llegarán con el excelente y contagioso single 'Go', también 'Reflexion' funciona muy bien paseándonos durante casi siete minutos por una dinámica montaña rusa, en 'I'll see you there' vuelven a acertar rindiendo (¿por tercera vez en su carrera?) tributo al inolvidable clásico beatlesco 'Tomorrow never knows' y finalmente en 'Wide open' (en donde ha participado Beck) encuentran un cierre elegante y contundente. 

Claramente Born in the echoes no alcanza las cotas más altas de la carrera de los Chemical brothers, se acerca por momentos pero con bastante irregularidad. Ahora, con todo el disco cumple de sobra gracias a la diversidad que presenta y a un trabajo de arreglos que en determinados temas da muestra de una tremenda categoría. 

3.0 // Bueno, cumple.

viernes, 24 de julio de 2015

Camila Moreno: Mala Madre (2015)

"No parar de crecer..."

A estas alturas lo de Camila Moreno no debería sorprender a nadie, ya en 2012 la oímos dando un salto importante en su carrera con Panal , un disco que escapaba del folk y el romanticismo fatalista de sus inicios para girar hacia un sonido muchísimo más maduro, que musicalmente enlazaba con mucho talento sus innegables influencias anglos con arreglos propios del folclor nacional. No quedaba entonces más que esperar con brazos abiertos su nueva entrega, la cual se puso a disposición de todo el mundo de manera gratuita durante 24 horas en el sitio de la artista hace unas semanas. Y bueno, con el disco entre nosotros podemos verificar el estado de gracia en que Camila se encuentra, con atrevida portada incluida (una de las mejores que he visto en mucho tiempo) Mala madre (título que hace referencia a aquella planta casera que expulsa a sus hijos alrededor del macetero) representa lo mejor que la chilena ha compuesto en su carrera.

Honesto, crudo y visceral, tres adjetivos que definen de buena forma lo que oímos y disfrutamos en Mala madre, un disco que da continuidad al sonido trabajado en Panal e incluso se da el gusto de mejorar notablemente la oferta. Aquel rock directo, golpeado, que juega muchísimo con las percusiones y que incorpora con igual facilidad guitarras, instrumentos folclóricos y electrónica vuelve a aparecer con maestría en este nuevo trabajo. Todo lo mencionado se expresa de inmediato en las dos que abren el disco, 'Tu mamá te mató' es una descarga de intimidad que explota en cada coro (con una producción que a momentos tapa demasiado la voz de Camila, eso hay que decirlo) mientras que 'No parar de cerrar' es más dinámica y tradicional, pero igual de inquieta musicalmente. Más adelante viviremos una pasada de rock más directo y rabioso en 'Libres y estúpidos' + 'Maquinas sin Dios' mientras que las baladas se harán presentes en distintos formatos, 'Sin mi' es acústica desnuda, 'Piedad' se sumerge de lleno en los ambientes electrónicos (un manjar de canción, una maravilla) y finalmente todo se equilibra con los vientos y teclados de la notable/enorme/emocionante 'Julia'

Entrando en la recta final del disco nos encontraremos con pasajes mucho más experimentales y en donde se percibe a una Camila Moreno completamente desatada, jugando con ambientes todo el tiempo. Acá los coros de 'Esta noche o nunca' conmueven, en 'Bathory' inevitablemente se le escapa la Bjork que lleva dentro , con 'Bailas en los polos' se entrega a las percusiones para finalmente cerrar con la calma de 'Todo'. Esta última pasada representa a una Camila Moreno en plenitud, se le oye cómoda en la búsqueda de su propio lenguaje y desde acá no queda más que agradecer su valentía. 

Mala madre cierra el círculo que Panal abrió tres años atrás, entregándonos esta vez lo que esperábamos de ella: un disco redondo, sin ripios. ¿Y qué se vendrá ahora para Camila? Lo más probable es que ni ella misma lo tenga claro, así de fascinante es el escenario que la artista ha sido capaz de crear. De lo mejor de la escena chilena actual, no cabe duda.

9 /10
Brillante.



Otras reseñas de Camila Moreno:

lunes, 20 de julio de 2015

Tame Impala : Currents (2015)

Mejores intenciones que canciones...”


Era otro de los regresos más esperados del año. Y es que tras dos discos tremendamente reconocidos como lo fueron Innerspeaker (2010) y Lonerism (2012) había que ver cual sería el siguiente paso para los australianos de Tame Impala. Frente a esta disyuntiva, y para sorpresa de muchos, Kevin Parker (no olvidar que este es su proyecto, donde él compone y graba todos los instrumentos) ha optado por dar una clara muestra de autonomía marcando distancia absoluta con el sonido que lo llevó a conquistar la cima en tan poco tiempo. Y es que quienes esperaban una nueva dosis de rock y guitarras deberán buscar refugio en otro lugar pues Currents ha ido en otra dirección, una que habla muy bien de la libertad creativa del autor. Eso al menos hay que dárselo.

Pero hablemos de música y no tanto de intenciones. Ahí, la inclinación por la psicodelia, tan característica de la agrupación, sigue estando ahí, aunque esta vez se ha embalsamado (en exceso, digámoslo) por teclados y sintetizadores, generando ambientes mucho más maquinales, que le han restado ese grado de cercanía y humanidad que poseían los primeros discos de la banda. Ahí han perdido bastante, extraviando por instantes las melodías al ceder el protagonismo a los teclados, entregando así un puñado de canciones que en general no funcionan como hubiésemos querido, dejando la sensación de estar frente a un experimento bastante valiente pero de resultados que en general dejan frío. 

Hay puntos altos en Currents, parcelados pero los hay. La partida con 'Let it happen' por ejemplo, pese a que se extiende innecesariamente hasta casi los ocho minutos, encuentra una linea melódica contagiosa, bien arreglada y que como invitación al baile funciona a la perfección. Fuera de la mencionada me quedo también con el grato momento que entrega el bajo marcado de 'Yes, I'm changing', la exquisita pasividad de 'Eventually', la rítmica 'The moment' o las guitarras que marcan presencia de buena forma en 'The less I know the better'. Mención aparte para 'Disciples' o 'Reality in motion', dos que funcionan como un pequeño guiño que Parker ha realizado a los viejos fans (?), entregando con ellas las únicas dosis de rock propiamente tal que el álbum contiene y de paso un claro mensaje: armar otro Lonerism no le costaba nada, pero no ha querido. 

El disco, sin embargo, pese a que cuenta con buenos momentos carece de regularidad suficiente como para elevarse de una buena vez, tropezando en la balada 'Cause I'm a man' que insinúa una buena melodía pero acaba por ir hacia ningún lado y en otros momentos se volverá demasiado espeso, como en 'Past life', en los últimos diez minutos de disco o un par de instrumentales de un minuto que por ahí suenan y realmente no hay por donde agarrar, un absoluto monólogo.   
Estamos frente a un álbum rupturista, que duda cabe, un disco que seguramente dividirá aguas bruscamente entre el público, ya hay de hecho quienes lo encumbran dentro de lo mejor del año mientras que otros no ven en el más que basura pomposa y recargada. En ese sentido Kevin Parker ha logrado su cometido, que era mostrar independencia e incluso soberbia a la hora de tratar su música. El hombre hace lo que le da gana y aquello siempre será una buena señal, independiente de que en esta ocasión el disco contenga mejores intenciones que canciones.  

6,8 / 10
Cumple y algo más...


Otras reseñas de Tame Impala:
2012 // Tame Impala // Lonerism

sábado, 18 de julio de 2015

Adelanto: David Gilmour, Rattle That Lock.

En septiembre próximo llegará a nosotros lo nuevo de David Gilmour: Rattle that lock. A siete años de su más reciente disco, el notable On an island, y a tan solo meses de la forzada resurrección de Pink floyd con The endless river, el genio en vida inglés ha decidido sorprendernos con un adelanto que intenta sonar (positivamente) añejo, ochentero y dinámico, un tema que se distancia bastante de lo que a estas alturas esperaríamos de él. A mi al menos me ha abierto el apetito.  



Para cerrar, una perlita en donde Gilmour explica que la canción musicalmente nació a partir de un jingle publicitario de una radio francesa que él no pudo sacar de su cabeza y que las letras del tema, como suele ser costumbre, estuvieron a cargo de su esposa Polly Samson. En septiembre entonces tendremos el disco entre nosotros aunque seguro que hasta ese entonces algún otro adelanto tendremos...

viernes, 17 de julio de 2015

Refritos: Nine Inch Nails // Johnny Cash

Poco antes de morir, el mítico Johnny Cash sorprendía a medio mundo con una íntima versión de este temón. Casi una década atrás era Trent Reznor quien inmortalizaba su a la que debe ser una de las canciones más crudas y dolorosas de los últimos tiempos.

"Hoy me he hecho daño, para ver si aún puedo sentir.
Me concentro en el dolor, lo único que es real acá.
La aguja perfora un orificio, ese viejo y familiar pinchazo.
Intenta enviar todo lejos, pero yo lo recuerdo todo.

¿En qué me he convertido, mi dulce amigo?
Todo a quien conozco se marcha finalmente.

Y tu podrías haberlo tenido todo, mi sucio imperio.
Te decepcionaré, te causaré daño.

Llevo esta corona de mierda sobre mi mentiroso trono.
Lleno de pensamientos rotos que no puedo reparar.
Tras el paso del tiempo los sentimientos se desvanecen.
Tu eres algo más. Y yo aún sigo aquí...

Si pudiera comenzar nuevamente.
Un millón de millas de aquí.
Cuidaría mejor de mi. Encontraría un camino... "


martes, 14 de julio de 2015

Of Monsters And Men // Beneath The Skin // 2015


Desde hace rato que Islandia viene regalándonos bandas de primera, dignas de toda nuestra atención y Of monsters and men debe ser la última novedad que ha emergido desde allá para el mundo. Debutaron en 2011 con un notable My head is an animal, disco que gracias a su agradable equilibrio pop/folk llamó positivamente la atención de miles, ayudó mucho también el éxito del single 'Little talks' (150 millones de visualizaciones no es moco de pavo) y cuatro años más tarde (bastante para un segundo disco) están de regreso con Beneath the skin, un disco que como era de esperar intenta darle continuidad al sonido del debut aunque incorporando uno que otro matiz. Estamos así frente a un álbum que se encuentra claramente dividido en dos partes, una primera bastante tradicional y una segunda que marca diferencias cargándose hacia un sonido más íntimo. Lo destacable sigue estando en las exquisitas armonías que la banda encuentra entre bonitos arreglos de cuerdas, percusiones y juegos vocales que a estas alturas son marca de la casa, eso fuera de una producción y mezcla final que sigue siendo una maravilla para nuestros oídos. 

Pero hablando de las canciones, lo más dinámico se encuentra en la primera mitad, ahí no cuesta demasiado enganchar con 'Crystal' o 'Empire', mientras que 'Human' , 'Hunger' o 'Wolves without teeth' son agradables medios tiempos que van explotando en guitarras y baterías en medida que avanzan. En la segunda parte nos encontraremos con una serie de temas bastante más oscuros, también algo monótonos, en donde destaca la delicadeza de 'Organs' y la intensidad que se vive con 'Thousand eyes', siendo esta última la canción más singular de todo el disco y una que quizás podría abrir puertas en torno al futuro de la agrupación.  

Son raras las bandas que tras un debut exitoso deciden romper la inercia con un disco que arriesgue el pellejo, lo habitual es repetir la fórmula. En ese sentido Of monsters and men han intentado recorrer ambos caminos en paralelo, han buscado dejar contentos a quienes gustaron del debut pero también no repetir el plato idénticamente, el resultado musicalmente tiene lo suyo aunque salvo dos o tres temas no logra funcionar como quizás ellos habrían querido. 

3.0 // Bueno, cumple.

sábado, 11 de julio de 2015

Videos: U2 // Songs Of Innocence

Lo más reciente de U2 no estuvo mal, tras cinco años de espera obtuvimos un puñado de buenas canciones con un concepto en común, el cual realizaba toda una oda a la infancia y juventud de la banda. Sin embargo, los irlandeses llevan veinte años tropezando con la misma piedra preocupándose más de las formas que del fondo, descuidando con esto lo más importante: su música. Y siguen confundidos, de aquello no cabe duda, no se explica de otra forma tanto cambio de dirección, el que sus discos disparen ráfagas hacia distintos blancos o que sus videos promocionales resulten tan disímiles entre si. 

Nos presentaron el álbum con una canción forzadisima como fue 'The miracle (of Joey Ramone)', la cual contó con un bastante poco creíble clip para luego pasar a una promoción algo más conceptual en plan cortometraje. Y bueno, cuando uno va hacia tantos lugares a más de alguno le apuntará, y tanto con 'Every breaking wave' como con 'Song for someone' han acertado, primeros con las canciones y luego con los videos (mucho mejor el primero eso si), lo cual nos lleva a pensar que, por más que ellos mismos se empeñen en arruinarlo todo, aún puede haber vida para U2



miércoles, 8 de julio de 2015

Lindemann : Skills in Pills (2015)

A seis años del más reciente álbum de Rammstein y de cara a un presente bastante incierto para la banda, una colaboración entre el industrial Till Lindemann y el death metal Peter Tägtgren (líder de Hypocrisy) resultaba atractiva en el papel. Al menos algo novedoso esperábamos oír, sin embargo, luego de darle bastantes pasadas a Skill in pills la verdad es que no se reconoce en ningún lugar el aporte de Tägtgren al proyecto, por lo que el sonido se remite a ser un refrito constante de Rammstein, digamos, un nuevo álbum de los alemanes pero menos pretencioso. 

En resumidas cuentas Skills in pills es un disco de pop. Un trabajo sencillo que va rápidamente al grano en cada uno de sus temas: un par de estrofas, un coro pegajoso que se repite unas cuantas veces, guitarras por acá, teclados por allá y sería todo. El álbum entretiene, aquello es innegable, 'Skills in pills' (la canción), 'Ladyboy' , 'Fat', hacia el final 'Yukon' o 'Praise abort' suenan simpáticas con sus letras grotescas e irreverentes (algo forzadas a estas alturas eso si), de manera que el asunto cumple su misión de hacerte pasar un rato agradable tras el play inicial. 

El problema es que mucho más que eso acá no hay por lo que el álbum finaliza dejando sensaciones encontradas, cumple a la hora de entretener pero no ilusiona demasiado respecto al futuro del proyecto, y de Rammstein ni hablar, la luz al final del túnel no aparece y Skills in pills da claras señales respecto al porque del parón indefinido de los alemanes.

6 / 10
Bueno, cumple... 

lunes, 6 de julio de 2015

FFS // FFS // 2015


Bandas que golpearon fuerte con sus primeros álbumes pero que a partir de ahí se desinflaron dramáticamente han habido muchas en la historia, y Franz Ferdinand claramente se ha sumado a la lista. De hecho, el mediocre Right thoughts, right words, right action llegó en 2013 más que nada a demostrar lo que muchos nos temíamos: el que la banda (recién en su cuarto disco) se había quedado con poco y nada que decir. Es probable entonces que esta colaboración haya surgido desde la imperiosa necesidad por parte de los escoceses de respirar aire fresco, y que mejor que hacerlo junto a Sparks, un bicho raro setentero que fue protagonista de los inicios del new wave, un dúo del que además Franz Ferdinand también ha tomado prestado algunos elementos.

El proyecto es entonces necesario para ambos, Sparks gana en llegada con las nuevas generaciones mientras que Franz Ferdinand gana tiempo en su búsqueda de un necesario segundo aire. Sin embargo, algo hay que darles: el disco suena fluido y para nada forzado. En FFS nos encontramos con una colección de canciones bastante dignas con uno que otro punto alto, de hecho, toda la primera mitad del álbum no tiene desperdicio, hay buena dinámica en las contagiosas 'Johnny delusional' , 'Dictator's son' o 'Save me from myself', en 'Call girl' encontramos un single por naturaleza y la pausa que entrega 'Little guy from the suburbs' es una maravilla. Hay que decir que la mayoría de los temas huelen a Franz Ferdinand todo el tiempo, sin embargo los mejores momentos del disco son aquellos en donde el aporte bailable y juguetón de Sparks se hace presente, ahí 'Police encounters', 'So desu ne' o 'The man without a tan' suenan tremendas. Entrando en su recta final el álbum ya ha convencido pero aún así el proyecto se da el lujo de curiosear en la notable 'The power couple' y la experimental 'Colaborations don't work', e ir más a la segura con el medio tiempo 'Things I won't get' o la veloz 'Piss off'

El disco acaba y la sensación es positiva, entre tanto super grupo intrascendente que hemos oído durante estos últimos años encontrarse con algo tan fresco y fluido como lo de FFS da para sacar aplausos. Esto es lo mejor que nos ha entregado Franz Ferdinand desde sus inicios en 2004/2005, y bueno, el tiempo dirá si el experimento efectivamente trajo de vuelta la inspiración o esto no es más que el aleteo de un moribundo pero de que la colaboración esta vez ha funcionado, no cabe duda.

4.0 // Excelente!

Otras reseñas de Franz Ferdinand:

jueves, 2 de julio de 2015

Paradise Lost: The Plague Within (2015)

"En pleno estado creativo..."

En la previa hablaron de un álbum que se acercaría a las raíces de la banda, digamos, la clásica promesa de la vuelta a lo básico, algo que por cierto vienen tanteando desde la edición de In requiem en 2007. Por otro lado, la participación de Nick Holmes en Bloodbath afiló los dientes de muchos. ¿Se vendría el disco más extremo de Paradise lost en mucho tiempo? La respuesta vive entre nosotros desde hace un tiempo, casi cincuenta minutos de música que han llegado para confirmar el pleno estado en que se encuentra la banda, aunque quienes soñaban un regreso de lleno al gótico deberán seguir esperando. 

En el pasado han quedado los (fallidos) experimentos electrónicos de comienzos de siglo, el presente de Paradise lost abraza un sonido oscuro y denso, un lugar donde evidentemente se les oye más cómodos y seguros. Y con The plague within dan continuidad al camino trazado por el bien recibido Tragic idol (2012) aunque con ciertos matices: esta vez coquetean con un metal un poco más duro.  

Nunca ha sido sencilla la música de Paradise lost y esta no es la excepción, lo interesante es que una vez internado en su pantano disfrutas como nunca del paseo, estamos frente a un gran disco, el cual nos invita a disfrutar dejando de lado la nostalgia. 'No hope in sight', el tema que abre, declara intenciones de inmediato y funciona como una perfecta antesala respecto a lo que nos encontraremos en adelante. Es una canción efectiva, con cambios de velocidad, pesadas guitarras que junto a un insistente bombo van marcando el tiempo y un Holmes que recita y saca guturales con igual convicción. 'Terminal' será una de las que pondrá el pie sobre el acelerador aportando buenas dosis de metal, tal como casi finalizando el disco lo hará 'Flesh from bone'. Sin embargo, los mejores momentos llegarán con aquellas pasadas más densas, emocionales y en donde la banda suena cargada de oscuridad, ahí 'An eternity of lies', la sensacional 'Beneath broken earth', 'Sacrifice the flame' o 'Victim of the past' funcionan a la perfección, dándose el gusto de llevar el sonido de la banda a una nueva dimensión. Y bueno, el resto es algo más tradicional, canciones como 'Punishment through time', 'Cry out' o 'Return to the sun' sin estar mal claramente no vuelan a la altura de las mencionadas por lo que acaban transformándose en el nunca bien ponderado relleno del disco. De todas maneras, en el tema a tema The plague within no presenta punto bajo y colectivamente funciona de maravillas. 

A estas alturas del partido, tras veinticinco años de carrera y trece álbumes bajo el brazo, exigirle a Paradise lost el que re inventen la rueda sería algo injusto, sin embargo, no deja de ser grato presenciar el segundo aire que viven desde hace casi una década. Son leyendas y con The plague within confirman el excelente momento creativo por el que pasan anotándose con uno de los grandes discos que nos habrá dejado su carrera.


8,5/10
¡Excelente!